Berlín y Madrid negocian los últimos flecos para la intervención del BCE
Las negociaciones entre Berlín y Madrid para pactar una intervención del Banco Central Europeo a favor de España han entrado en su recta final. El mercado ya da por descontado que España, tras lograr el visto bueno de Alemania, pedirá el rescate de la deuda en las próximas horas o días.
Las piezas empiezan a encajar. Y tras el rescate de la banca, España se acerca ya de forma prácticamente irremisible a una segunda solicitud de ayuda, destinada, esta vez, a lograr la intervención del Banco Central Europeo (BCE) para relajar la prima de riesgo. Fuentes del Gobierno español reiteraron ayer su disposición a cursar una petición oficial al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), para cumplir así con el paso previo exigido por el presidente del BCE,Mario Draghi, como condición para intervenir en el mercado de la deuda española.
Esas fuentes añadieron que "la decisión no está tomada" y que faltan por concretar "algunos detalles" sobre el alcance de la intervención. Pero dejaron claro que el deseo de España apunta ya sin ambages a una petición de ayuda. El Ministerio de Economía incluso transmitió ese mensaje a través de los medios internacionales acreditados en Madrid, que recogieron en sus páginas web desde primera hora de la mañana la clara voluntad del Gobierno de Rajoy de suscribir un nuevoMemorándum con el MEDE para lograr una relajación de su prima de riesgo.
Se trataba del enésimo grito de auxilio por parte del Gobierno en las últimas semanas. Pero con una tremenda diferencia. Por primera vez fue escuchado en Berlín. Dos altos cargos de la CDU, el partido conservador de la canciller Angela Merkel, se mostraron ayer dispuestos "a revisar cualquier solicitud que presente España", según declaraciones recogidas por Bloomberg. Y aunque los diputados alemanes citados por la agencia no descartaron un rescate completo, todo indica que Madrid y Berlín parecen a punto de cerrar los flecos de una intervención parcial, basada en el MEDE para el mercado primario de deuda y, sobre todo, en el BCE para el secundario.
Los inversores, que llevan apostando por la petición de rescate desde que el BCE mostró en agosto su disposición a intervenir en el mercado a cambio de la petición previa de ayuda, anticiparon ayer también el próximo movimiento de los Gobiernos español y alemán. La postura de Alemania a dar vía libre al rescate español tuvo el efecto inmediato de hacer subir a las Bolsas, en especial a la española, que se anotó el mayor avance de Europa, una cota que se ha visto superada hoy y que ha tenido su reflejo en la prima de riesgo, que cae por debajo de los 400 por primera vez desde abril. La posibilidad real de una compra de deuda masiva por parte del BCE podría rebajar definitivamente la prima otros 150 o 200 puntos y pondría punto final, con toda probabilidad, a casi tres años de tensiones en el mercado de deuda.
El Gobierno de Angela Merkel se resistía precisamente a la intervención de Mario Draghi por temor, entre otras cosas, a que libere a toda la zona euro, y no solo a España, de una presión de los mercados que ha permitido a Berlín imponer su agenda de recortes presupuestarios y reformas estructurales. Pero Merkel se encuentra ya en una cuenta atrás hacia las elecciones legislativas de septiembre de 2013, en las que se juega su tercer mandato. Y la canciller de plomo ha dado ya señales de que desea un periodo de calma. La semana pasada vistió Grecia por primera desde el comienzo de la crisis y puso fin a las especulaciones sobre una posible salida del país heleno de la zona euro. Anteayer anunció una visita similar a Lisboa para el próximo 12 de noviembre, en la que previsiblemente ofrecerá una tregua al Gobierno de Passos Coelho. Y ayer, sus lugartenientes de la CDU dieron la primera señal pública a favor de tramitar una petición de asistencia financiera a España. Justo al mismo tiempo, el Gobierno español entregaba oficialmente en Bruselas su carta de adhesión al proyecto para crear un impuesto sobre transacciones financieras (o tasa Tobin), una iniciativa impulsada por Alemania y bloqueada la semana pasada por España como táctica negociadora en el último consejo de ministros de Economía de la UE. Otra pieza encajaba en su lugar. Y acercaba más la intervención del BCE.