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Recorta la calificación de la deuda dos escalones hasta BBB-

Golpe a España: S&P recorta el rating y lo deja al borde de bono basura

Mazazo inesperado a España. Cuando el mercado especulaba con un posible recorte de Moody's, y mientras se consideraba la petición de rescate, S&P ha echado un jarro de agua fría sobre cualquier atisbo de mejora. Ha rebajado dos escalones la calificación de la deuda española, hasta dejarla en BBB-, al borde del temido bono basura.

Y las malas noticias llegaron por donde no se esperaban. Al final no ha sido Moody's, sino Standard & Poor's la agencia que ha dado un nuevo paso en el camino de España hacia el bono basura y ha anunciado esta noche su decisión de degradar la calificación de la deuda soberana a largo plazo en dos escalones (de BBB+ a BBB-). Resultado: el país está a un paso del grado de no inversión. El informe sitúa la perspectiva sobre el rating a largo plazo en negativa, lo que puede conducir a nuevas rebajas en el futuro. Hace menos de un mes, la propia empresa aseguraba que no contemplaba rebajar a España a la categoría de bono basura a corto plazo.

S&P explica su decisión en el agravamiento de la crisis económica, que está limitando las opciones del Gobierno español; en el aumento del desempleo y las restricciones presupuestarias, que pueden contribuir a un aumento de las fricciones entre Madrid y los gobiernos regionales. Y aún hay más. La institución neoyorquina señala hacia Alemania y otros países del bloque de la triple A como otra fuente de problemas para el Gobierno de Mariano Rajoy. A su entender, las "dudas sobre el compromiso de algunos miembros de la eurozona para mutualizar el coste de la recapitalización bancaria española" son un "factor desestabilizador" para la perspectiva crediticia del país. El propio presidente español se esforzaba ayer junto a su homólogo francés, François Hollande, en reclamar que se cumpliesen de una vez los acuerdos de la pasada cumbre europea de junio, en la que se pactó la unión bancaria.

El pasado1 de agosto, S&P confirmó la nota a España. Una de las claves para aquella decisión fue no solo el "firme compromiso con la consolidación fiscal", sino también que la mutualización de las ayudas públicas a instituciones financieras españolas permitiría mantener la deuda neta general de España por debajo del 80% del PIB después de 2015. Dos meses después, un nuevo informe carga contra la inacción europea. La agencia afirma que las respuestas de las autoridades políticas monetarias de la zona euro desde el desencadenamiento de la crisis en 2008 "no han sido efectivas" en contrarrestar la "dificultad de acceso al crédito en amplias partes del sector privado" de la economía española.

Cierto, reconoce que el relativo alto precio del crédito supone un problema. Pero advierte que "la escasez del crédito es un problema aún mayor que su coste". En este sentido, apunta datos del Banco de España, según los cuales los préstamos a empresas domésticas no financieras han caído 161.000 millones de euros desde el final de 2008 hasta agosto de 2012. "Si bien esta debilidad puede ser consecuencia tanto de la demanda como de la oferta, su efecto ha debilitado a la economía real. Más aún, no vemos un posible cambio de tendencia mientras los bancos sigan reduciendo sus carteras de préstamos para poder cumplir con los estrictos requisitos de capital".

El efecto de la escasez del crédito ha sido "muy debilitador", sin que haya "un final a la vista de esa tendencia, ya que los bancos están reduciendo su cartera de créditos para poder cumplir los requerimientos de capital cada vez más estrictos que se les exigen". Por último, S&P apunta además a que las "dudas" del Gobierno español a la hora de solicitar un programa formal de asistencia a la zona euro, que reduciría significativamente los costes de financiación de la deuda soberana, tienen el potencial de agravar los riesgos para la calificación de España.

Menos capacidad

De vuelta a la política nacional, la institución calificadora considera que la capacidad de las instituciones políticas españolas para afrontar los importantes retos que plantea la crisis "está declinando". En este sentido, explica en primer lugar que las tensiones presupuestarias y próxima celebración de tres elecciones regionales están haciendo aumentar las tensiones entre los gobiernos central y autonómicos, lo que "probablemente limitará las opciones políticas" de la Moncloa y hará que se "diluyan" los esfuerzos del Ejecutivo por reflotar las finanzas públicas.

También recuerda que España sufre una recesión severa que, en su opinión, va a peor (prevé que el PIB caiga este año el 1,8 % y el 1,4 % en 2013), por lo que espera una contracción aún mayor del consumo y la inversión, tanto en el sector público como en el privado. Existen factores positivos en la nota explicativa de Standard & Poor's. Entre ellos, que las exportaciones están aumentando significativamente en los últimos años, de forma que en julio se registró el primer superávit por cuenta corriente desde agosto de 1998. Pero también resalta que su efecto es insuficiente para compensar el impacto que la crisis interna tiene en el empleo y los ingresos fiscales del Gobierno. "Aunque pensamos que el Programa de Nacional de Reformas aprobado recientemente ayudará a fortalecer los fundamentales económicos y la capacidad de resistencia de la economía española, estos beneficios puede que solo se aprecien a largo plazo", explica la nota. "De hecho, el actual deterioro de las condiciones económicas y financieras podría incrementar los riesgos fiscales en el corto y medio plazo, antes de que las reformas estructurales se consoliden y tengan un impacto positivo sobre el crecimiento".

Y lo que es peor: la agencia de calificación dice que para cumplir los objetivos de déficit de 2012 y 2013 harán falta nuevas medidas de consolidación fiscal, lo que a su vez "podría ampliar la recesión", sobre todo si las políticas de la zona euro no consiguen mejorar las condiciones de financiación de la economía y estabilizar la demanda doméstica. Así las cosas, Standard & Poor's indica que los Presupuestos Generales del Estado para 2013 están basado en asunciones "ampliamente optimistas", ya que sus objetivos fiscales serán "probablemente" afectados negativamente por el previsto declive del empleo y por la revalorización de las pensiones antes de finales de año y su aumento en 2013.

Más rebajas

La perspectiva de España es negativa, según la agencia, que explicita qué factores podrían conducir a que España cayese al nivel de bono basura. Por ejemplo, si "disminuyera el respaldo político a la actual reforma de agendas" debido, por ejemplo, "a una contracción del PIB más profunda" de la anticipada "acompañada por un mayor aumento del desempleo que minaría la capacidad del gobierno para implementar reformas adicionales". Otro factor sería que "las medidas de apoyo de la eurozona no lograran generar la confianza suficiente para mantener los costes de financiación del país a niveles compatibles con la sostenibilidad de la deuda y para frenar las salidas de capital o que "el incremento de la deuda neta general del Estado creciera por encima del 100% durante el periodo 2012-2014, debido a desviaciones en los objetivos de déficit del gobierno, al debilitamiento del crecimiento, o a factores excepcionales, o bien si la carga de intereses estuviera por encima del 10% de los ingresos durante este periodo".

En el lado positivo, la agencia podría revisar la perspectiva a estable si comprobase que las reformas estructurales y presupuestarias del gobierno, "junto a un exitoso programa" de apoyo por parte de la eurozona "estabilizaran los principales indicadores que determinan la calidad crediticia de España".

Moody's rebajó en junio en tres escalones la nota de la deuda España, del A3 (notable bajo) hasta el Baa3 (aprobado bajo), y la situó en perspectiva negativa, mientras que Fitch la degradó también en tres escalones, hasta BBB (aprobado), igualmente con perspectiva negativa, aunque no tocará la nota hasta 2013.

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