El fondo europeo de rescate trata de seducir a inversores extranjeros
Los líderes europeos pretenden incrementar la potencia de fuego del fondo de rescate permanente (MEDE) hasta los dos billones de euros para que sea capaz de salvar a economías como la española o la italiana. La única vía para hacer realidad estas 'cuentas de la lechera' europeas: que entre dinero de fuera de la eurozona. El problema, hasta ahora nadie ha querido invertir.
Posición de salida para el fondo europeo de rescate (el MEDE según las siglas de Mecanismo Europeo de Estabilidad, ESM por las inglesas de European Stability Mechanism). El próximo 8 de octubre se celebrará la primera reunión de su consejo de administración (del que forman parte los ministros de Economía de la eurozona). Este fondo dispondrá de 500.000 millones de euros para ayudar a los Estados que lo necesiten.
No todo este dinero proviene de aportaciones del bolsillo de los Estados. Los gobiernos tendrán que desembolsar 80.000 millones de forma directa (y en cuatro plazos: los primeros se pondrán el 8 de octubre; los restantes, hasta el próximo año). Además, tendrán que facilitar otros 620.000 millones en forma de avales. Con estos 700.000 millones totales, la eurozona confía en que el mercado les proporcione el medio billón en cuestión.
Este dinero, no obstante, sería insuficiente si se produce una debacle en la Unión Europea y economías como la española o la italiana han de ser rescatadas. Por eso, los países de la eurozona quieren ampliar su potencia de fuego, tal y como publicó ayer el semanario alemán Der Spiegel y ha confirmado hoy la Comisión Europea.
Que se produzcan más aportaciones de los estados a manos de los estados, sin embargo, está fuera de discusión (sobre todo porque el Constitucional alemán así lo ha impedido para el país). ¿Qué posibilidad queda? Que inversores extranjeros entren en el capital del MEDE, lo que daría al fondo un mayor acceso a financiación.
Esta idea no es nueva. Ya el anterior fondo, llamado FEEF (siglas de Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) contemplaba la posibilidad de que los inversores extranjeros, sobre todo China y otras economías en desarrollo, como Brasil y Rusia, pudiesen invertir en él. Si se sigue el mismo modelo que con el FEEF, el MEDE dispondrá de dos vías para multiplicar su capacidad de actuación. La más directa para captar recursos entre los inversores internacionales consiste en la creación de "fondos de co-inversión", en los que se combina el capital público (del MEDE) con el privado. Ese capital se destina a la compra de bonos (en el mercado secundario y en el primario) del país de la zona euro rescatado.
La segunda posibilidad consiste en que el MEDE avale parcialmente la deuda emitida por un Estado de la zona euro con dificultades para financiarse por sí mismo. Ese título, que se puede negociarse por separado del bono, garantiza al inversor una protección de hasta el 30% de su inversión.
La capacidad de estas dos fórmulas para aumentar el potencial del MEDE variará en función del país socorrido, pues el inversor no acudirá con la misma tranquilidad a una emisión de Grecia que a una de Irlanda. Pero la zona euro calcula que podría multiplicar por cuatro la capacidad de intervención de un fondo que contará con medio billón de euros".
¿Cuál es el problema de todos estos cálculos? Los inversores nunca acudieron a invertir en el FEEF, y las cuentas de la lechera de la eurozona son "poco realistas", según ha asegurado un portavoz del ministro de Wolfgang Schäuble. Sin embargo, no todo está perdido. En primer lugar, porque este mismo portavoz no descarta que se produzca. Y en segundo, porque las diferencias entre ambos fondos son notables. El MEDE, a diferencia del FEEF, sí cuenta con capital real, no sólo en garantías de crédito. Además, cuenta con otras bazas a su favor, como son su carácter perpetuo y el hecho de que el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, está a bastante favor de la idea. El mandatario germano tendrá que vencer las reticencias de Finlandia, que no ve con buenos ojos el riesgo añadido que conllevará ampliar la potencia de tiro del MEDE.
Alemania ve el apalancamiento del MEDE como algo a discutir
El Ministerio de Finanzas alemán se refirió hoy a aplicación de la fórmula del apalancamiento para aumentar el capital del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) como "una posibilidad a discutir", aunque rechazó las cifras señaladas por el semanario Der Spiegel."La participación de capital privado es una posibilidad, que en todo caso debería ser aprobada por el Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán)", declaró el portavoz de Finanzas, Martin Kotthaus.No obstante, subrayó que ahora no es momento de abordarlo en el Bundestag, pues la opción está siendo discutida todavía en Bruselas, al tiempo que recordó que ya con el Fondo Europeo de Estabilización Presupuestaria (FEEF) se planteó la posibilidad de aplicar esta fórmula.Las cifras citadas por el semanario alemán -que habla de multiplicar por cuatro los 500.000 millones de euros hasta 2 billones de euros- constituyen una "multiplicación impresionante" del capital del MEDE, añadió el portavoz, que calificó estos números de algo "completamente ilusorio"."No les puedo decir con que cantidades podría participar el sector privado", es algo "libre y abstracto que dependería de cada caso", zanjó.Por su parte, la oposición parlamentaria alemana ha rechazado ya tajantemente la posibilidad de multiplicar el impacto de los 500.000 millones de euros de los fondos aportados por los Veintisiete, y ha recordado que el Bundestag deberá sancionar previamente cualquier modificación de dicho fondo.El semanario alemán señala en su última edición que al cuadruplicar las posibilidades de ayuda del MEDE se garantizaría el rescate de grandes países como España e Italia."El pleno del Bundestag deberá decidir de nuevo también cuando, sin elevar el marco de las garantías, se pueda multiplicar la suma de los préstamos", advierte Carsten Schneider portavoz presupuestario del SPD en la edición digital del rotativo "Passauer Neue Presse".También el portavoz parlamentario de Finanzas de Los Verdes, Gerhard Schick, exige en el mismo medio la aprobación por el Bundestag de todo cambio del MEDE y advierte de que, aunque no se incremente la cifra de garantías, se "elevaría el riesgo".En parecidos términos se expresa en dicho digital la vicepresidenta de La Izquierda, Sahra Wagenknecht, para la que "mas dinero no se consigue gratis, sino con mayores riesgos para el contribuyente".Der Spiegel señala que para esa operación se ha seguido el ejemplo del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), en el que los mayores riesgos son asumidos con fondos públicos, mientras se invita al capital privado a participar asumiendo un riesgo menor.El semanario subraya sin embargo que en el caso del FEEF el concepto no llegó a funcionar al no encontrarse inversores privados dispuestos a participar en la iniciativa.