¿Cómo será el camino de España hacia el rescate?
Todo está atado y bien atado. El camino de España hacia el rescate está milimetrado y dirigido desde Bruselas. Los tiempos están en el aire, pero el tipo de rescate, las condiciones y las implicaciones están en letra impresa. Así será el proceso.
Presiones desde dentro, presiones desde Europa e incluso presiones desde Estados Unidos. Al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, le atacan desde todos los frentes. Un día es FG, otro la CEOE, al siguiente la Confebask y el de más allá su propio ministro de Economía, Luis de Guindos, más proclive en la intimidad a acogerse al paraguas del salvamento que su jefe de filas.
Pero esas son las presiones dulces. Las hay mucho más difíciles de resistir, como las que vienen del otro lado del Atlántico, con un Barack Obama que se juega la reelección como presidente de Estados Unidos en la arena de una economía que se está contagiando del parón europeo. Y, por último, hay presiones casi imposibles de combatir. Esas son las que vienen de Europa, esa institución que decidió dónde, cómo y cuándo pediría España el rescate para su banca sin que los implicados pudieran siquiera protestar.
Ahora el campo de juego es muy parecido. ¿Tiene Rajoy la última palabra? No está claro. Los socios comunitarios quieren un cortafuegos que de una vez por todas les proteja de los contagios del incendio de la crisis de la deuda. Y eso pasa por que España pida el rescate. Ya no es solo Bruselas o Alemania. También aprieta Francia, la siguiente en la lista de posibles víctimas, e Italia, que cree que puede librarse si su vecino se inmola.
La alfombra roja está tendida a los pies de España. ¿Cómo será el camino?
1.- ¿Qué rescate elegir?
Como en una pastelería, la eurozona ha diseñado un catálogo de rescates para que el cliente elija. Después del desastre griego, al menos Bruselas decidió que el próximo accidente no les podía coger sin un hospital de campaña donde acoger al herido, así que planeó uno con cuatro posibilidades.
La primera es la intervención del fondo de rescate europeo (ahora el temporal FEEF, el día de mañana el permanente MEDE, que llegará cuando sea aprobado y en teoría será el sustituto con pocas variaciones sobre el guion) en el mercado primario de bonos. Esta ayuda supone compras directamente en las subastas que hace el Tesoro. Luego está la posibilidad de que esas compras sean en el secundario, donde se negocian los bonos que el Tesoro vende en las subastas. La tercera opción es un rescate con una línea de crédito precautoria (que tiene varias subdivisiones) y el cuarto es un rescate total, al estilo de los de Grecia, Irlanda y Portugal.
El problema para España es que el pastelero le ha vetado la compra de dos de sus productos. El dueño del comercio (o, al menos, uno de los socios más importantes del negocio) es Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE) y ya ha puesto sus reglas. En su última intervención a principios de septiembre tras el Consejo de Gobierno del supervisor, Draghi marcó una hoja de ruta bien clara a Rajoy. Si el presidente español quiere el bazuca del BCE comprando deuda en el mercado secundario sin límite de munición y con armas como para masacrar al más fino especulador, son solo dos los tipos de rescate que Draghi cree convenientes: el total y el precautorio.
Rajoy no quiere el primero, así que la respuesta está clara.
2.- ¿Cómo se pide un rescate precautorio?
En el fondo, todos los rescates son muy parecidos y funcionan con unas reglas casi comunes. La guía legal está claramente expuesta en la página web del fondo de rescate temporal y dice que para activar un rescate precautorio el Estado contaminado debe hacer una solicitud formal de la línea de crédito al Eurogrupo.
Una vez presentada la solicitud, el Eurogrupo deberá pedir el asesoramiento de la Comisión Europea, en coordinación con el BCE, para hacer un chequeo al paciente. Deberá evaluar el riesgo de que el Estado solicitante no pueda seguir financiándose en el mercado a precios decentes, así como su adecuación a las condiciones requeridas para pedir esta ayuda y la necesidad de imponerle medidas correctivas.
Con esa información en la mano, al Eurogrupo le toca decidir, siempre a propuesta del fondo de rescate, cuál de las tres líneas de auxilio que incluye el rescate precautorio sería mejor para España. De todas formas, esto es lo que dice el texto legal. Otra cosa es lo que piensa Draghi, que ya ha decidido que lo que necesita la tierra que vio nacer a Rajoy es la línea de crédito con condicionalidad reforzada (ECCL), la intermedia de las tres posibles.
3.- ¿Habrá condiciones?
Sí. Antes de recibir el primer euro, España deberá firmar otro MoU (memorando de entendimiento, por sus siglas en inglés). Será similar al que se rubricó para el rescate a la banca, pero esta vez con condiciones específicas macroeconómicas. También se firmará un acuerdo de asistencia financiera. Otra vez, en este punto entra el debate de si habrá condiciones nuevas o no. Poco importa. España está en un proceso de déficit excesivo y debe cumplir unos objetivos ambiciosos en poco tiempo. Ya tiene la soga al cuello y ahora Bruselas tendrá más poder aún para definir qué tiene que hacer (congelar pensiones, reducir las prestaciones por desempleo...).
Con los dos papeles firmados, la Comisión y el BCE llevarán a cabo una "supervisión reforzada" del Estado enfermo, que incluirá informes trimestrales que serán entregados al Eurogrupo. Ahí se consignarán los riesgos que sigue enfrentando el país y si se está tomando la medicina que debe (es decir, si sigue la política marcada y está adoptando las medidas correctivas exigidas).
En caso de que el país (España) se desvíe de la línea marcada o si se decide que las medidas son han vuelto insuficientes (si el correctivo se ha quedado corto), el Eurogrupo podrá cortar la línea de crédito y abocar al Estado en cuestión a pedir el rescate absoluto.
4.- ¿Es obligatorio usar la línea de crédito?
Realmente, no. De hecho, el Gobierno está pensando en pedir este rescate para que se active la compra de bonos prometida por el BCE, eso baje la prima de riesgo y España pueda financiarse en los mercados sin problemas sin necesidad de apelar a la línea de crédito, según publicaba esta semana el diario El País. Este dinero se quedaría ahí como un cortafuegos, como un arma disuasoria.
5.- ¿Qué es exactamente una línea de crédito con condicionalidad reforzada (ECCL)?
Dentro del rescate precautorio (o preventivo) hay tres opciones. La primera es la línea de crédito precautoria condicionada (PCCL), que requiere que el Estado peticionario cumpla algunas condiciones como tener una deuda pública sostenible, un compromiso absoluto con la reducción del déficit, unas cuentas públicas saneadas y un sistema financiero solvente. Puesto que España ha pedido el rescate para su banca, todo apunta a que queda fuera de los candidatos a este tipo de línea de crédito.
De ahí que haya una segunda opción: la línea de crédito con condicionalidad reforzada (ECCL). Está abierta a los Estados que no cumplan alguna de las condiciones para la opción anterior, así que es perfecta para España (Draghi no tiene dudas). El Estado deberá aplicar las medidas correctivas que se le impongan. La línea de crédito tiene una duración inicial de un año y puede ser extendida por dos periodos de seis meses cada uno.
En tercer lugar está la línea de crédito con condicionalidad reforzada y protección parcial del riesgo soberano (ECCL+), que incluye una especie de seguro para las emisiones en el mercado primario que da al comprador la certeza de cobro sobre una parte de la deuda.
6.- ¿Para qué sirve todo esto?
El rescate precautorio está destinado a los países que sufren un shock fuerte, pero temporal; que se entiende que pueden superar su enfermedad con una ayuda puntual que evitará que caigan en cama y tengan que pedir el rescate total. Por eso, no se trata de una intervención, sino de la concesión de una ayuda que el Estado gestionará como quiera. A eso se une, después del anuncio del BCE de principios de septiembre, la ayuda inestimable del supervisor con la compra de bonos en los plazos más cortos. Pedir este rescate es condición indispensable para que Draghi saque el arma de disuasión masiva.
7.- ¿Por qué es importante el BCE?
Porque, por mucho que Europa haya hecho los deberes, se ha quedado un poco a medias. El fondo de rescate tiene dinero limitado y los intentos de que se le dé ficha bancaria y consiga así acceso a recursos sin término han chocado contra el muro alemán. El BCE, en cambio, tiene todo el dinero posible a su alcance. Nunca se quedará corto y eso es importante para convencer a los mercados de que no deben apostar contra él.
8.- ¿Está implicado el Fondo Monetario Internacional (FMI)?
Todo apunta a que sí. No lo está en el rescate financiero, pero en este caso el texto legal dice que se "buscará activamente" la implicación del FMI en el diseño y la implementación de los programas precautorios. Draghi lo ha repetido varias veces y la institución ya ha dicho que quiere estar.
9.- ¿Qué tendrá que hacer España si pide este rescate?
La lista de tareas es larga. En general, tendrá que ponerse a disposición de la Comisión Europea para lo que ella desee. En concreto, España estará obligada a comunicar cualquier información necesaria para el seguimiento del gasto público y los ingresos fiscales, llevar a cabo una auditoría de las cuentas y otra sobre la calidad de las estadísticas usadas para establecer estas cuentas públicas, comunicar a la CE y al BCE el estado del sistema financiero cada semana con información desagregada, hacer test de estrés al sector de forma periódica... Los funcionarios del Gobierno no se van a aburrir este otoño.