La más alta influencia empresarial en Geox
El magnate Mario Moretti Polegato vive la firma apegado a su tierra y como conferenciante global.
El papa Benedicto XVI, su predecesor Juan Pablo II, el expresidente italiano Carlo Azeglio Ciampi y su sucesor Giorgio Napolitano, el fundador de Microsoft Bill Gates, el presidente de Israel Simon Peres... Todos ellos, y muchos más, rodean a Mario Moretti Polegato colgados en fotos en las paredes del despacho, posando junto al magnate y creador de Geox. Son una clara muestra de la influencia de este empresario.
La oficina de Moretti Polegato se encuentra dividida en cuatro áreas. Al salir del ascensor, primero un recibidor donde despacha la secretaria. La siguiente puerta lleva a una sala de juntas decorada en madera de roble (como toda la planta), funcional, moderna y con estantes de cristal donde permanecen expuestos los zapatos de la marca. Tras pasar el siguiente resquicio ya se alcanza la parte más reservada. Un sofá, una mesa baja y decenas de títulos honoris causa y fotos con sus influyentes amigos decoran la antesala. Tras un tabique de madera se llega al santuario de su escritorio.
Polegato (Crocetta del Montello, Italia, 1952) es uno de los empresarios más conocidos en Italia. Sus palabras son amplificadas por los medios cuando opina sobre algún tema de actualidad. Entre sus influyentes amigos se encuentra Mario Monti, primer ministro italiano. "Coincidimos como profesores en la Bocconi", cuenta, una prestigiosa escuela de negocios. Siendo tan reputado y con un Gobierno técnico en Italia, la pregunta parece clara: ¿No le han tentado para dar el paso a la cosa pública? "Algún Gobierno me ha lo preguntado. Mi decisión es clara. Si me quieren consultar, perfecto. Pero quiero mantener mi posición de empresario, ser libre para ofrecer mi opinión positiva o negativa".
Desciende de una ya rica familia de bodegueros de Treviso (cerca de Venecia). "Cuando nací, mi padre me puso una gota de vino en los labios y dijo que sería su sucesor". Pues no lo fue. Estudió enología y parecía encaminado al mundo del vino. Pero en una misión comercial por Nevada (EE UU), ante el calor que pasaba, se le ocurrió agujerear la suela de sus zapatos. Volvió a Italia, patentó la idea y así surgió Geox. "He resuelto el gran problema de higiene del pie creando el zapato que respira. Es una revolución". Esa idea le ha llevado a ser uno de los hombres más ricos de Italia, según Forbes, a niveles de Alicia Koplowitz o Juan Abelló en España. A pesar de ello, y a diferencia de sus colegas millonarios españoles, es un hombre accesible, no le importa recibir en su despacho y hablar de su vida.
"No tengo una jornada laboral típica. Viajo muchísimo. Al año doy una o dos vueltas al mundo visitando a los clientes". Y es que, ante todo, a Polegato le corre por las venas instinto comercial. En cualquier momento saca un zapato y comienza a explicar sus bondades. "Normalmente mi jornada comienza a las 8.30 horas y me reúno con los gerentes. Mi papel es el de alentar al equipo". Asegura que le gusta rodearse de jóvenes: "Tienen entusiasmo, vivacidad mental y son de espíritu flexible".
Entre ellos se encuentra su único hijo, abogado, hasta ahora ajeno a los negocios familiares. "He querido darle una sorpresa y le he regalado una compañía que se llama Diadora", dice con cierta sorna. Esta histórica firma de calzado deportivo está volviendo a renacer gracias a los Polegato. "Aunque mi segundo figlio es Geox".
La oficina se encuentra en Montebelluna, a escasos metros de la finca familiar, con un palacete veneciano y decenas de kilómetros de bodegas subterráneas. "Estoy muy vinculado a esta tierra. Aquí nací y he querido vivir". Ya han pasado casi 20 años desde que fundara Geox con otras cinco personas. Ahora cuenta con 2.900 empleados y construye una nueva sede en la zona. "Somos una compañía moderna, sensible a la innovación, un proyecto industrial muy diferente al modelo familiar italiano", explica. "En Italia el patrono controla toda la compañía. No tiene sentido en plena globalización. La familia debe transferir la dirección y la confianza a los gestores", afirma.
Con lo que más disfruta en la actualidad es dando clases, en decenas de universidades a lo largo del mundo, acerca de la innovación. "Insisto en tres ideas. Yo innové sobre un zapato, pero se puede hacer sobre cualquier cosa. Lo segundo es que es muy importante patentar. Y a partir de ahí hay que exportar". En sus charlas también insiste sobre el cambio que sufre nuestra sociedad. "El capitalismo de Europa es industrial. Pero eso se acabó. Tenemos que ir a un capitalismo cultural. Una idea vale más que una fábrica".
"Cuando me estreso hablo con la calavera de Filipo"
Mientras posa para las fotos, su chófer, presente en la sesión, le aconseja cómo posar. Polegato obedece. Viste desenfadado y pregunta cómo se ve. Es que estrena gafas. Durante la entrevista muestra algunos de los objetos que descansan en el escritorio y estantes. "Esta Vespa me la regaló un amigo". No uno cualquiera, sino el mismísimo dueño de Piaggio. Es lo que tienen de diferentes los multimillonarios. Eso y dos Lamborghini y un Ferrari que le esperan en casa. Entre las cosas que destaca se encuentra la figura de Magic Geox, un muñeco promocional para niños, una pequeña figura de sí mismo con un zapato o la zapatilla que han diseñado para el equipo Red Bull de Fórmula 1. Entre todos ellos llama la atención uno. Una calavera que le reglaron en una facultad de París. Se levanta, la agarra y la posa sobre la palma de su mano. "Se llama Filipo. Cuando suenan varios teléfonos a la vez y me estreso, lo cojo y hablo con él", bromea.