Una sentencia a favor del euro
Es un buen día para Alemania y un buen día para Europa", aseguró ayer la canciller Angela Merkel tras conocer la sentencia del Tribunal Constitucional de su país que autoriza a Berlín a ratificar el fondo de rescate permanente de la zona euro, el MEDE. Y a pesar de que cae, como casi todos los Gobiernos, en el error de distinguir entre lo que es bueno para su país y para Europa, no cabe duda de que Merkel resume perfectamente el alivio y la satisfacción de la zona euro tras el fallo judicial en Karlsruhe.
La sentencia despeja por fin las dudas sobre el derecho de la Unión Monetaria a dotarse de un fondo que garantice perennemente la financiación de todos sus socios, un instrumento imprescindible para compensar la tremenda -y beneficiosa- cesión de soberanía que supuso renunciar a la impresión de una moneda propia. La combinación de ese fondo, dotado con medio billón de euros, y el BCE, dispuesto a comprar de manera ilimitada deuda de los países comprometidos con el rigor presupuestario, marcará por fin un punto de inflexión en las dudas de los inversores sobre la supervivencia del euro. Es una tregua que deben aprovechar países como España para tomar todas las decisiones necesarias, pero todas de verdad, para poner fin también a su propia crisis económica.