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Mercados

El mercado eleva su desconfianza sobre España

La prima de riesgo cierra agosto por encima de nuevo de los 550 puntos

La prima de riesgo vuelve a revelar tensión. Tras la tregua de los primeros días de agosto -llegó a caer a 458 puntos- ha finalizado el mes en 552. La desconfianza sobre España, y la situación sobre su economía y el sector financiero y las comunidades autónomas vuelven a ser temas candentes. El viernes, Bankia presentó al cierre del mercado los resultados del primer semestre del año, que arrojan unas pérdidas de 4.448 millones de euros. Esta cifra obliga al FROB a inyectar dinero en la entidad, antes de que lleguen incluso los fondos de Bruselas, con el fin de garantizar su solvencia. España solicitó a Europa el pasado julio el rescate para el sector financiero, que recibirá ayudas por hasta 100.000 millones de euros.

La noticia se produjo el mismo día que el Ministro de Economía, Luis de Guindos, detallaba la reforma financiera y cuando sigue abierta la principal incógnita que se plantea el mercado, cuándo y en qué condiciones pedirá España un nuevo rescate a Bruselas.

Así, el gran escollo para el mercado español de renta fija sigue siendo el estado de la propia economía, dañada en gran parte por la situación de algunas Comunidades Autónomas. El próximo jueves la institución monetaria europea celebrará su primera reunión de septiembre para decidir sobre los tipos de interés. Será una cita importante para los inversores, puesto que se espera que Mario Draghi dé respuesta sobre el tipo de actuación que seguirá en las compras de deuda, "si bien Alemania se está encargando de enfriar las expectativas -se especula con la dimisión del presidente del Bundesbank si el BCE activa el programa de compras"-, comentan desde Renta 4. El propio Jens Weidmann ha rechazado confirmar o desmentir los rumores. "Se mantiene, por tanto, la incertidumbre sobre las decisiones que puedan tomarse", añade la firma.

El Ibex concluye el mes como el mejor índice, con un alza del 10%

La siguiente semana promete ser, cuanto menos, intensa. Además de valorar la situación y la resolución tomada sobre Bankia, los mercados dependerán de otras citas de primer orden, como la reunión el jueves entre Merkel y Rajoy, que volverán a poner de relieve el grado de confianza de los inversores sobre la resolución a la crisis europea.

Mientras, las expectativas de la renta variable vuelven a ir por otro camino, a la espera de pistas del BCE. El Ibex ha subido el 10,13% en agosto en su segundo mejor mes del año. Cierra así el círculo vicioso en el que había entrado en los últimos veranos desde que estallara la crisis y en el que había registrado fuertes pérdidas. El selectivo ha superado al resto de los principales mercados desarrollados del mundo; solo el de Venezuela ha avanzado más, el 14%

En Europa, el indicador italiano subió el 8,7% en agosto, siendo también uno de los mejores balances en el periodo. A diferencia de España, la prima de riesgo italiana se ha relajado de 479 a 451 puntos básicos. Por su parte, el Cac, el Dax y el Footsie se han anotado el 3,69%, 2,93% y 1,35%.

Con la mejora que ha experimentado el Ibex, la pérdida anual se ha reducido al 14,8%. Pero técnicamente, el índice continúa en tendencia bajista. La caída del negociación y la prohibición de las ventas a corto han frenado la hemorragia, pero no curan la herida.

Bernanke se muestra dispuesto a actuar

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, no descarta tomar nuevas medidas de estímulo para fomentar el crecimiento y el empleo en EE UU. Durante su intervención el viernes en la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole (Wyoming) mostró su disposición a embarcarse en una tercera ronda de compra de deuda pero defraudó a quienes esperaban un plan de actuación inmediato."Los costes de políticas monetarias no tradicionales, examinados detenidamente, parecen controlables, lo que significa que no deberíamos descartar su uso en el futuro si las condiciones económicas lo exigen", indicó. Un discurso que se produjo dos semanas antes de la reunión de la Reserva Federal en la que la autoridad monetaria debe decidir si anuncia o no nuevas medidas. Hasta la fecha la Fed ha destinado ya 2,3 billones de dólares a estos programas. Bernanke reconoció que estas políticas han servido para fomentar el crecimiento y mejorar las condiciones financieras pero tampoco dudó en recalcar su descontento por la debilidad del mercado laboral, con una tasa de desempleo en el entorno del 8%. "El estancamiento del mercado laboral es una gran preocupación no solo por el enorme sufrimiento y el derroche de talento que implica, sino también porque tasas de paro elevadas de forma persistente causarán daños estructurales a nuestra economía que podrían durar años", avisó.

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