"Sin incentivos al consumo seguirá el deterioro industrial"
Comisiones Obreras ha puesto en marcha una campaña en defensa de la industria española y para sensibilizar al Gobierno de la necesidad de medidas que reactiven la actividad. El sector ha perdido 600.000 empleos con la crisis y la producción industrial cayó en junio el 6,9%, el décimo mes consecutivo de bajada.
¿En qué situación está la industria?
Muy complicada. No es solo consecuencia de la crisis, que sí ha venido a agravar la situación en general. Se suponía que el sector industrial iba a absorber los excedentes de la construcción, pero la realidad es que pierde peso y empleo, cerca de 600.000 desde 2008. Otros países, además de tener una plataforma industrial más fuerte, han pretendido preservar el aparato industrial convencidos de que ese iba a ser uno de los elementos que les permitiera la salida.
¿Y España?
Hemos tenido una etapa de crecimiento que se ha basado en la construcción residencial, que colapsó y no hay relevos. El 59% de las personas afectadas por ERE son del sector industrial y la producción lleva diez meses cayendo. Hay una falta de actuación de las Administraciones. Sin industria no hay futuro, necesitamos la recuperación de la actividad y el mantenimiento de la que tenemos. En el automóvil, ahora que el consumo interno no va a crecer, ya hay quienes se están cuestionando fuera si tiene sentido mantener la producción en España cuando el 80% se exporta y cuando todo el mundo tiene claro que la industria está sobredimensionada en la UE. O se toman iniciativas para fomentar el consumo interno o tendremos un susto en alguna empresa. Sin incentivos al consumo el deterioro industrial seguirá.
¿Qué se debería haber hecho en época de bonanza?
Tenemos un problema de cultura empresarial. En la bonanza no ha habido una reinversión en la renovación del aparato productivo. Se ha ido manteniendo el tipo de producto y la cultura del mercado local. Esto es lo que genera muchas más dificultades para competir. Al final el único espacio que te quedaba era competir con países de bajo coste, pero no somos un país de bajo coste. España no ha encontrado su espacio, ni somos un país altamente tecnificado ni un país que ya podamos competir en bajos precios con países emergentes. Estamos en tierra de nadie.
¿Hacia qué modelo industrial debe ir España?
La apuesta del Gobierno y de la UE es crear una zona franca de bajos costes laborales, que sería la periferia. ¿Dónde podemos tener nuestro espacio? En un coste laboral contenido, pero con un nivel tecnológico que aporte valor añadido. Hace falta incrementar el valor añadido de los productos y mejorar el aparato productivo que tenemos. España no puede ser un país siempre anclado en la cultura de la pyme. En definitiva, mayor capacidad tecnológica, mayor formación y combinarlo con la ventaja competitiva que nos aporta que todavía somos un país que tiene un coste salarial y una jornada sensiblemente diferente a la del centro y norte de Europa.
¿Qué piden a Industria?
Hay que hacer un plan por parte del ministerio para establecer una serie de aspectos básicos. La política energética es clave para la competitividad de la industria. Seguimos sin tener definido ni el mix energético ni la política en este terreno. Hay sectores en que el 60% de los costes son energéticos. Parece que no vamos en la dirección de tener una energía asequible para los ciudadanos y la industria sino a cómo se reduce el déficit tarifario. Con un plan a futuro que aclare el escenario de inversión y retornos para las empresas, garantizando esta estabilidad se puede establecer una negociación con las eléctricas para que asuman una quita de la deuda.
Pero la capacidad de consumo está por los suelos.
Si la gente no compra, no se vende, no se fabrica, se destruye empleo y se consume menos. Círculo cerrado. La Administración tiene la responsabilidad de construir una vía de la salida de la crisis.
El mensaje negativo de recortar en I+D
Según CC OO, todos los sectores industriales tienen dificultades. Además, el recorte de 600 millones en I+D "lanza el mensaje de que no es necesaria la investigación". "El sector naval, como consecuencia de las políticas europeas, ha venido reduciendo su capacidad y ahora estamos en serias dificultades tanto en el ámbito público como en el privado". En el caso del automóvil, "tiene una capacidad muy importante de generación de riqueza y empleo en este país", pero está muy afectado por la falta de demanda interna. "En la industria de bienes de consumo tenemos dificultades de la exportación", explica López. Y la siderurgia está "muy afectada" por la actividad en otros sectores, como el automóvil o la construcción. En la minería del carbón, está convencido de que "hay una apuesta por liquidar la producción nacional" y de que el Gobierno "conduce al cierre al sector".Desde que entró en vigor la reforma laboral en febrero, lo que sí es común a todos los sectores es "un incremento muy importante de los ERE y de la judicialización de los conflictos. Hay mayor intervención de los estamentos judiciales porque nadie se aclara hasta que haya jurisprudencia".