El Gobierno endurece la venta de productos sofisticados
El Gobierno ha endurecido la venta de productos sofisticados. A partir de ahora, la inversión mínima en preferentes deberá ser de 100.000 euros y el 50% de la emisión ir destinada a clientes profesionales.
La desagradable experiencia en la comercialización de participaciones preferentes entre invasores particulares ha llevado al Ejecutivo a apretar las tuercas a la banca. El real decreto que prepara el Ministerio de Economía impondrá fuertes límites a la venta de productos financieros sofisticados.
A partir de ahora, la mitad de cualquier emisión de participaciones preferentes deberá ir destinada a clientes profesionales. Los bancos, por tanto, no podrán depender en exclusiva de la fuerza vendedora de sus oficinas para colocar estos títulos.
Para asegurar que los particulares no se vuelcan en estos títulos de deuda subordinada, la ley exigirá a partir de ahora que la inversión mínima en preferentes sea de 100.000 euros. Asimismo, reza el decreto, "el folleto de emisión [...] deberá destacar al inversor las diferencias de estos productos y los depósitos bancarios ordinarios".
En línea con la normativa europea, se exigirá que el banco efectúe una evaluación del grado de idoneidad de tal o cual producto para un inversor particular y estar al tanto de su experiencia como inversor. A partir de ahí, le ofrecerá productos que se ajusten a su perfil. Si el cliente insiste en adquirir un producto que rebasa sus conocimientos financieros, deberá entregar una "expresión manuscrita donde manifieste que ha sido advertido de que el producto no le resulta conveniente".
Como última salvaguarda para evitar la comercialización errónea de productos financieros, el Ministerio de Economía exigirá a las entidades que constituyan un "registro actualizado de clientes y productos no adecuados, en el que reflejen para cada cliente los productos cuya conveniencia haya sido evaluada con resultado negativo".