Los políticos extranjeros "obedecen" a Soria y eligen España para veranear
Ya lo ha dicho por activa y por pasiva el ministro de Industria, Comercio y Turismo, José Manuel Soria: no hay mejor sitio que España para veranear. Y así lo han entendido algunos ilustres políticos extranjeros, visitantes VIP que han elegido nuestro país para descansar unos días de su ajetreada actividad.
También nuestros políticos han obedecido a Soria y se han quedado en el terruño, confiados en que el "nubarrón" de la evolución económica no empañe sus breves días de asueto estival.
Después de unos intensos Juegos Olímpicos de Londres, fructíferos además para los deportistas británicos, los dos máximos mandatarios del país, el primer ministro, David Cameron, y el viceprimer ministro, Nick Clegg, han viajado a España para disfrutar de unas jornadas de vacaciones.
Clegg es un habitual de Olmedo (Valladolid), ya que su esposa, Miriam González, es de allí y todos los veranos, desde hace veinte años, arrastra a su marido hasta esta localidad donde ya es tratado como un vecino más.
Siguiendo sus pasos hasta España, David Cameron y su esposa Samantha han recalado en Mallorca, donde ambos pudieron ser fotografiados en actitud relajada mientras tomaban un café en una terraza.
No es la primera vez que los Cameron eligen las Islas Baleares para su veraneo, ya que en mayo del año pasado estuvieron una semana en la más "marchosa" Ibiza.
Como un alemán de los miles que optan por las Baleares, el ministro de Exteriores de Angela Merkel, Guido Westerwelle, se ha ido hasta Mallorca, donde incluso ha posado en el paseo marítimo de Palma, con la catedral de fondo.
También los franceses, quizás por la cercanía, se dan un salto por aquí de vez en cuando. Así lo ha hecho estos días su ministro de Defensa, Jean-Yles Le Drian, quien incluso no ha dudado en traerse "deberes" y se ha reunido con su homólogo español, Pedro Morenés, en la sierra de Gredos, para hablar sobre una posible intervención militar en Mali.
Pero antes de que Soria promocionara España, otros VIP de la política europa, como la canciller alemana, Angela Merkel, también habían disfrutado del calor y de la arena blanca de sus playas. En esta ocasión, las del otro archipiélago, el canario.
Fue en marzo de 2008 y en abril de 2011 cuando Merkel visitó La Gomera, una isla que ya conocía de antes de ser canciller y cuyo parque nacional de Garajonay, tristemente de actualidad por los incendios de los últimos días, ha alabado en numerosas ocasiones.
Su antecesor, Gerhard Schroeder, llegó a pasar en el año 2000 un par de semanas en una finca del interior de Mallorca, donde fue a verle el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, en aquel momento recién elegido secretario general del PSOE.
Y una visita que causó gran expectación fue la de Michelle Obama, esposa del presidente de EEUU, Barack Obama, que viajó con su hija Sasha hasta el municipio malagueño de Benahavís, cercano a Marbella, antes de trasladarse a Palma invitadas por los reyes.
Otro presidente demócrata estadounidense, Bill Clinton, junto a su esposa Hillary y su hija Chelsea, aprovecharon una cumbre de la OTAN en Madrid para, unos días antes, disfrutar de un pequeño descanso en Palma, donde los reyes les invitaron a navegar y a conocer la isla.
Políticos como el ex primer ministro británico John Major, más proclive al interior abulense; el expresidente de la desaparecida URSS Mijail Gorbachov; el checo Vaclav Havel; el estadounidense George Bush o el exmandatario tunecino Zine el Abidin Ben Alí, son otros veraneantes VIP que han disfrutado en algún momento de España.
También ha sido habitual a lo largo de los últimos años la presencia en la Costa del Sol de jeques árabes, entre ellos el ya fallecido rey Fahd de Arabia Saudí, quien revolucionaba Marbella con el gasto que generaba su séquito en alquiler de vehículos de lujo, hoteles, restaurante y joyerías.
Reyes, reinas, príncipes, princesas... completan una larga lista de ilustres personalidades que hace años que descubrieron las bondades de las que ahora presume el ministro del Turismo.