El inevitable rescate regional
El mercado financiero está cerrado desde hace meses para las comunidades autónomas. Quienes hasta hace un tiempo mantenían viva la llama de la liquidez ilimitada y barata, han empezado a cuestionar la financiación a un modelo administrativo y político que no entienden, porque ni es federal como el alemán, ni tiene visos de volver al simple centralismo municipalista de Francia. En resumidas cuentas, los mercados tienen tantas dudas con las finanzas regionales como antes las tenían con la banca.
Así, las únicas referencias que marcan precios y rentabilidades en el secundario ofrecen unas primas de riesgo tan elevadas que, en la práctica, los emisores regionales están fuera del mercado. Las emisiones de Cataluña, Valencia o Andalucía marcan tipos para emisiones a diez años del 12% y 13%, con primas de cerca de 1.200 puntos con Alemania y más de 600 con el Tesoro español. Y los hipotéticos compradores en el secundario de las emisiones patrióticas de 2011 reclaman descuentos de hasta el 30%. Algo inasumible para las finanzas regionales, abocadas, por tanto, a acudir al fondo de liquidez habilitado por Hacienda. Este será el suministrador financiero para unos cuantos años; pero bien estaría, si se quiere preservar el estado autonómico, buscar otras fórmulas de financiación solventes y durables.