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Reitera su mensaje de intervenir de forma rápida y en los plazos más cortos

El BCE augura un "fuerte impacto" en el mercado con sus compras de deuda

El BCE reforzó ayer su mensaje de la semana pasada sobre su disposición a realizar compras de deuda capaces de rebajar la tensión en los países periféricos, sin olvidar la condición previa de la petición de un rescate. Christian Noyer, miembro del Consejo de Gobierno de la institución, insistió en que esas compras tendrán un "fuerte impacto" en el mercado.

El BCE augura un "fuerte impacto" en el mercado con sus compras de deuda
El BCE augura un "fuerte impacto" en el mercado con sus compras de deudaBLOOMBERG

El Banco Central Europeo volvió ayer a alimentar la expectativa de un contundente programa de compra de deuda soberana que ya avanzara el presidente de la institución, Mario Draghi, la pasada semana. Si bien el mensaje del BCE ha cambiado y cualquier intervención en el mercado de deuda a favor de un país estará a partir de ahora condicionado a la petición de ayuda al fondo de rescate europeo -lo que está presionando a España e Italia para su solicitud- también crece la convicción de que, una vez cumplido tal requisito, la institución monetaria europea actuará con la contundencia necesaria. "El Consejo de Gobierno ha anunciado su intención de intervenir en el mercado de bonos para asegurar la adecuada transmisión de la política monetaria", señaló ayer uno de sus miembros, Christian Noyer, en una entrevista publicada en la revista Le Point. Y fue aún más explícito al señalar que "nuestras operaciones serán suficientes para tener un fuerte impacto en los mercados. Necesitamos estar preparados para intervenir muy rápidamente y para favorecer a los bonos a plazos más cortos".

Este es el mensaje que ha comenzado a calar en el ánimo de los inversores desde la semana pasada. Tras la decepción inicial por la ausencia de compras de deuda inminentes por parte del BCE, el mercado descuenta ahora que, una vez se produzca la petición formal del rescate por el país afectado, la institución actuará como un fuerte complemento de la labor que desempeñe bien el FEEF o Fondo de Estabilidad Financiera Europa -el fondo de rescate actual- o su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Esta idea y la expectativa avanzada por el BCE de que las compras se concentrarán en los plazos más cortos han propiciado el relajamiento de la curva de tipos de la deuda española en los últimos días. Así, la rentabilidad del bono español a dos años se ha reducido desde el 4,93% del miércoles de la semana pasada, jornada previa a la declaración del BCE, al 4,03% de ayer. Y en el bono a tres años, ha descendido en ese mismo periodo del 5,7% al 4,8%.

En los presupuestos enviados a Bruselas por el Gobierno para el periodo 2012-2014, la previsión es que la rentabilidad del bono español a diez años se sitúe este año en el 6,4% y en el 5% en 2013, desde el 6,8% actual, una mejora en la que el BCE deberá jugar un papel determinante.

Las palabras de Noyer coincidieron ayer con la publicación del boletín mensual del BCE del mes de agosto, donde se insiste en los recientes mensajes. Recuerda que "los gobiernos deben estar dispuestos a activar el FEEF y el MEDE en el mercado de deuda en caso de que existan circunstancias excepcionales en los mercados financieros y riesgos para la estabilidad financiera, con una condicionalidad estricta".

Italia reconoce que estudia el rescate

El primer ministro italiano, Mario Moti, ya reconoció la semana pasada que estudiaría la petición de rescate y ayer Francesco Profumo, ministro de educación, reconoció que el Gobierno ha estudiado la posibilidad, siempre y cuando no incluya nuevas exigencias.

Quinto aniversario de crisis

La disposición a comprar deuda en el mercado con la condición de que el país beneficiario solicite el rescate europeo es la última de las fórmulas diseñadas por el BCE para combatir una crisis, primero financiera y después soberana, que ayer cumplió cinco años. Fue el aniversario de la actuación concertada del BCE y la Reserva Federal con la que se comenzó a combatir el impacto del estallido de las hipotecas subprime. Bear Stearns ya había bloqueado un fondo con estos activos tóxicos en julio de 2007 y en agosto BNP Paribas suspendió otros tres fondos que habían invertido en subprime. Fue el detonante para una inyección de liquidez a un día por parte del BCE por 94.841 millones de euros, la más abundante entre los bancos centrales que intervinieron aquella jornada, que incluso superó a la que realizó la institución europea tras los atentados del 11-S.En los cinco años que dura ya la presente crisis, el BCE ha recurrido a las bajadas de tipos, las inyecciones ilimitadas de liquidez -también al plazo de tres años por un billón de euros- y a las compras de deuda soberana, aunque su actuación no ha sido suficiente para frenar la pérdida de credibilidad del proyecto del euro. Se ha hecho necesario vencer la resistencia política y avanzar, aunque de forma lenta y discontinua, en la integración fiscal y bancaria. El último diseño de solución a la crisis implica por tanto al BCE pero también a los gobiernos europeos a través del fondo de rescate.

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