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Popular y Sabadell también reforzaron su autocartera en julio

Santander y BBVA invirtieron 886 millones en sus acciones en pleno desplome

Los dos grandes bancos se emplearon a fondo en las sacudidas de julio con el objetivo de estabilizar sus cotizaciones. Santander ha comprado títulos valorados ahora en 752,1 millones y BBVA, en 133,7. Sabadell y Popular también sacaron la chequera y se gastaron en conjunto 83 millones.

Edificio del banco Santander
Edificio del banco SantanderBloomberg

Las sacudidas bursátiles de julio fueron espectaculares, especialmente en la banca. La llamada de socorro del ministro de Economía, Luis de Guindos, para el sector financiero tuvo los peores efectos secundarios sobre las cotizaciones a finales de junio. Los rumores de una segunda intervención y el creciente miedo a que España no pudiera financiarse en los mercados presionaron al Ibex hasta unos mínimos intradía en los 5.905 puntos el pasado 23 de julio. Dos días más tarde, el 25, la prima de riesgo rozó los 650 puntos.

Los grandes bancos cotizados sufrieron su propio vía crucis. El Santander tocó mínimos en los 3,976 euros por acción; el BBVA, en los 4,31; el Popular, en los 1,25; y el Sabadell, en los 1,185. Pero ante la sangría no se quedaron cruzados y tiraron de chequera a través de la autocartera; es decir, las acciones propias que ellos mismos adquieren.

La Ley de Sociedades Anónimas permite las compañías comprar títulos propios por hasta un máximo del 10% de su capital social. Las cotizadas que hayan recibido el visto bueno de sus juntas de accionistas podrán utilizar esta potestad con distintas finalidades. Pueden comprar los títulos para remunerar a sus socios (amortizándolos o entregándoselos a modo de dividendo), como canje en operaciones corporativas o como un método para dar liquidez al valor en Bolsa en momentos complicados. Es decir, pueden utilizar la autocartera para evitar males mayores cuando el mercado es muy estrecho y las caídas se retroalimentan.

La última comunicación de autocartera del Santander a la CNMV data del pasado 31 de julio. El número de acciones propias que tenía en su poder ascendía entonces a 164,5 millones (un 1,709% de su capital social total), frente a los 22,9 millones comunicados el 2 de julio. Los 141,6 millones de títulos adquiridos tienen un valor actual de unos 752 millones de euros. La entidad tomó cartas en el asunto especialmente cuando las sacudidas en su cotización eran más severas, con compras intensas entre los días 20 y 24 de julio.

BBVA también utilizó las compras de acciones propias para defender su cotización. Entre el 4 y el 20 de julio, realizó operaciones de compraventa con una adquisición neta de 23,6 millones de acciones. El valor de mercado de este paquete de títulos asciende ahora a unos 133,7 millones de euros.

Sabadell y Popular siguieron la misma política que sus rivales de mayor tamaño. El banco que preside José Oliu adquirió 15,5 millones de acciones (al precio actual valoradas en unos 24,1 millones de euros) entre el 3 y el 27 de julio. En porcentaje, su autocartera ha pasado del 1,366% al 2,04%. Mientras, la entidad dirigida por Ángel Ron, por su parte, compró títulos entre el 10 de julio y el 6 de agosto que actualmente valen unos 58,9 millones de euros. De acuerdo a los últimos datos comunicados a la CNMV, del pasado 6 de agosto, tiene en su poder el 2,56% del capital, frente al 1,536% del 3 de julio.

Caixabank, por el contrario, redujo su autocartera del 2,84% del 28 de junio al 0,934% fechado el 3 de agosto. Aunque en este caso la disminución se debe a que la entidad utilizó sus acciones propias para atender en parte al canje de acciones para absorber Banca Cívica. También tuvo que realizar una ampliación de capital.

Los datos de autocartera en manos de las firmas cotizadas pueden haber variado respecto a la última comunicación realizada al supervisor, puesto que solo tienen obligación de informar cuando por una adquisición o por varias consecutivas se supere el 1% del capital.

La CNMV admite en una circular sobre los contratos de liquidez que las cotizadas pueden hacer uso de su autocartera "con el único objetivo de favorecer la liquidez de las transacciones y la regularidad de la cotización de sus acciones", si bien precisa que las operaciones "no deben originar artificialmente desviaciones del precio de cotización respecto a la tendencia del mercado, obstaculizar el funcionamiento normal de éste ni inducir a error a terceros".

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