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El mercado apuesta por una importante intervención de la autoridad monetaria

España logra alivio para la deuda a corto plazo tras el mensaje del BCE

Tras el contundente mensaje de Draghi, el Gobierno intenta ganar tiempo y no ha tenido que pedir ayuda de forma inmediata al fondo de rescate. Pero el mercado ya da por hecho que lo hará y apuesta por fuertes compras de deuda por parte de BCE. Una expectativa que ha permitido una fuerte caída en la deuda a corto plazo, si bien la prima de riesgo se mantiene en los 534 puntos básicos.

El mercado quiere creer en la capacidad de los líderes europeos de acabar con la crisis soberana. Los inversores anhelan la materialización del apoyo incondicional al euro prometido por el BCE y ante las declaraciones políticas recientes de España o Italia reconociendo que estudian pedir ayuda a Europa -requisito fundamental para que el BCE compre deuda o adopte otras medidas-, se percibe que esta posibilidad está más cerca que lejos. Los plazos, eso sí, siguen siendo una incógnita y pocos esperan que se mueva ficha hasta septiembre, pero de momento la calma impera en el mercado.

El Gobierno español ha ganado así algo de tiempo para poder conocer la hoja de ruta del BCE, tal y como manifestó el viernes el presidente Mariano Rajoy.

"Se da por hecho que en septiembre el BCE empezará a actuar. Hay mucha demanda de deuda a corto y en parte se ha producido por rumores de mercado que hablan de que el BCE ha llamado a varios operadores para ir allanando el camino de las compras de deuda", explica Ignacio Victoriano, de Renta 4.

El BCE dio a entender la semana pasada que cuando intervenga centrará las compras de deuda en la parte corta de la curva. Un anuncio que no ha pasado desapercibido. Los inversores ven oportunidad de negocio -sabiendo que el BCE entrará a comprar- y por ello en los dos últimos días han centrado las compras en los vencimientos más cortos tanto en España como en Italia. El dos años español ha pasado del 4,9% al 3,495% en tres días y el italiano del 3,76% al 3,037%. Eso sí, el volumen sigue siendo bajo y los expertos no descartan que vuelva la volatilidad. "Es un mercado sin actividad. Con importes bajos se mueve mucho. Cada operación importante solo mueve entre cinco y 10 millones s cuando en condiciones normales mueve 40 o 50. Hay compras de extranjeros a dos años pero con volúmenes reducidos. El mercado está en compás de espera. Las declaraciones políticas van a influir mucho", avisa Javier Casal, de Ahorro Corporación.

La buena noticia es que las voces discordantes que han llegado recientemente de Alemania se han aplacado algo y ayer por primera vez un portavoz del Gobierno germano respaldó públicamente los anuncios realizados las semana pasada por el BCE. Todo un avance tras las reciente oposición mostrada por el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, a una nueva oleada de compras de deuda soberana por parte del BCE. Un paso en el camino hacia la resolución de la crisis pero un pequeño avance en una carrera que se percibe larga hasta que las promesas se materialicen en hechos.

El presidente italiano, Mario Monti, consciente del riesgo que supone retrasar la respuesta en pleno periodo vacacional no para de hacer declaraciones públicas insistiendo en la necesidad de actuar con rapidez Entretanto, el mercado ha optado por olvidar, por ahora, el disgusto que causó el jueves el BCE cuando borró todas las esperanzas de una intervención rápida en el mercado de deuda. La duda está en ver cuánto dura el voto de confianza. Al menos la amenaza de un fuerte comprador como el BCE ha surtido efecto. Falta que el mercado lo siga creyendo.

El tipo del dos años cae al 3,4% tras superar el 7% en julio

Las fuertes compras recientes de deuda española en los plazos cortos han provocado que la diferencia entre la rentabilidad entre el bono a 10 años y el dos años, que se igualó mucho en julio, se llegara a ampliar hasta los 343 puntos ayer en la sesión, el máximo desde que hay datos. La rentabilidad del bono a dos años ha caído al 3,495% y se aleja así del máximo del 7,1% que tocó el mes pasado, en un momento de máxima tensión. El 10 años quedó en el 6,738%.La escalada de la rentabilidad de la deuda a corto plazo por encima de la de largo es un mal augurio pues cuando esto ocurrió en Irlanda o Portugal, se terminó con la intervención de estos países. El BCE, consciente del riesgo, ha optado por actuar y solo con anunciar que comprará deuda en los plazos cortos ya ha obtenido el resultado deseado, al propiciar las compras.La rentabilidad del bono español a dos años ha caído así del 4,9,% al 3,495% en tres días. El bono a tres años ha pasado del 5,7% al 4,52% y el del 6,1% al 5,42%. En el bono a 10 años el impacto no se ha notado en tres días. En Italia las compras han sido menos intensas, el bono a dos años ha caído al 3,03% desde el 3,766 % y el cinco años al 4,9% desde el 5,2%.

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