Madrid, de guardia
La ciudad está abierta en agosto. Pistas para los que se quedan en la capital.
Durante este agosto, los miembros del Gobierno aseguran que no se irán muy lejos de vacaciones. La prima de riesgo y el hacha del rescate pende sobre sus cabezas, así que estarán cerca de Madrid. Algún ejecutivo del sector financiero también deberá estar pendiente... y a todo aquel a quien le haya tocado trabajar estas semanas. ¿Y qué se puede hacer en la capital durante estos días?
Algunos de los restaurantes típicos de políticos y ejecutivos, como Zalacaín o Jai Alai, cierran en agosto. Pero quedan otras posibilidades. Ten con Ten es uno de los de moda de la ciudad y permanece abierto todos los días. Frente al Congreso, Asia Gallery dentro del Hotel Palace, es uno de los mejores de comida oriental. Una opción más informal pero apetecible es Cheese Bar. Recomendable degustar las refrescantes ensaladas, como la de queso burrata de Corato con dados de atún marinados con vinagreta de soja. Los financieros que trabajan en el eje de Castellana tienen alternativas como el Real Café o Zen Market, ambos en el estadio Santiago Bernabéu.
Pero, ante todo, ganan las opciones con terraza. La de Bokado, en el Museo del Traje, para saborear la cocina de inspiración vasca. Al norte, a unos pocos minutos en coche se encuentra la terraza del Palé o 99 Sushi Bar en La Moraleja, una opción diferente y relajada. En la ciudad, la carta del Hotel Ritz ofrece para agosto un festival de paellas y arroces en su jardín y los domingos, un menú con champán. De paso aproveche y quédese en su center wellness, en el que se puede contratar un paquete de tratamientos para dos o tres días. Si quiere más relajación, Fusiom, especialistas en masajes orientales, cuenta con uno llamado Pachá fix ejecutivo para aliviar la tensión acumulada. O una pedicura en Mi calle de Nueva York, un nuevo concepto de spa para uñas en la calle Barquillo.
Al caer la noche, ¿por qué no continuar de terrazas? La del ático del Hotel de Las Letras, donde picar algo, o en el penthouse del Me, en la Plaza de Santa Ana, con su restaurante Roof. Incluso en el ático del Hotel âscar esta temporada veraniega se imparten clases de bikram yoga (a altas temperaturas).
La ciudad sí se ha convertido esta temporada en un erial en la cultura. Con unos Veranos de la Villa muy reducidos por los recortes, las opciones están limitadas. El festival Fringe de artes escénicas, importado de Edimburgo, permanece en el centro Conde Duque hasta el 12 de agosto, y durante todo mes el cabaret The Soap en el Teatro Calderón.
En PhotoEspaña aún quedan buenas exposiciones, como La maleta mexicana, de Robert Capa, David Seymur Chim y Gerda Taro, en el Círculo de Bellas Artes, o La tierra más hermosa (Cuba), en la Casa de América. Y por supuesto salvan el lado artístico las grandes exposiciones del Prado, sobre El último Rafael, y en el Museo Thyssen, con la retrospectiva del pintor estadounidense Edward Hopper.