Alemania torpedea las expectativas de ayuda del BCE a España e Italia
El todopoderoso banco central alemán enfrió ayer las expectativas de cara a la reunión de hoy del BCE al recordar a la institución que no debe salirse del guion más ortodoxo en la adopción de medidas contra la crisis. La advertencia es un jarro de agua fría para España, que hoy celebra subasta de bonos y obligaciones con la prima de riesgo en 536 puntos, y para el consenso político que Mario Monti busca en la gira europea que le trae hoy a Madrid.
La reunión que celebra hoy el Banco Central Europeo (BCE) ha tomado los tintes propios de una de tantas cumbres de líderes europeos en las que se juega el futuro del proyecto del euro. Mario Draghi comparecerá hoy ante los mercados bajo la presión de haber anticipado la semana pasada que hará todo lo posible por salvar la divisa comunitaria y con la elevada expectativa de ser la única institución que, hoy por hoy y con grandes limitaciones, es capaz de sofocar el incendio que ha puesto a España, y en menor medida a Italia, a las puertas del rescate total. Sin embargo, la gran prueba de fuego llega hoy y la disposición mostrada por el BCE se ha encontrado, una vez más, con las reticencias alemanas.
La canciller Angela Merkel parecía la semana pasada favorable a ciertas concesiones con tal de frenar la escalada que conducía a España al rescate. Pero los mensajes de su gobierno y, en especial, del Bundesbank, han centrado de nuevo el discurso alemán en el rigor presupuestario y la ortodoxia en la política monetaria. El presidente del todopoderoso banco central alemán se encargó ayer de recordarle a Draghi que el Bundesbank tiene una "voz más fuerte" en el BCE que sus homólogos del resto de países de la zona euro y ha recordado que la institución no debe "sobrepasar su mandato" de garantizar la estabilidad de precios.
En definitiva, una nueva advertencia para que Draghi no se salga hoy de la ortodoxia con nuevas medidas no convencionales, que tanto desagradan a Alemania. Para caldear un poco más el ambiente de cara, el Gobierno germano volvió a insistir ayer en su negativa a que el fondo de rescate disponga de una licencia bancaria con la que podría elevar su capacidad de endeudamiento y, por tanto, de protección para los países en dificultades. Mientras tanto, Alemania sigue financiándose a coste casi cero. Ayer emitió bonos a cinco años por 3.354 millones de euros a una rentabilidad de tan solo el 0,31%, mínimo histórico, y a pesar de la advertencia de Moody's de la pasada semana de estudiar una posible rebaja del rating triple A de la deuda soberana alemana.
El Tesoro emite hoy bonos a dos, cuatro y diez años con la prima de riesgo instalada en 536 puntos
La víspera de la reunión del BCE, Alemania volvía a mostrar su juego de máxima presión ante los momentos clave. La agencia Bloomberg apuntó que Merkel solo estaría dispuesta a aceptar una compra de deuda española por parte del BCE a cambio de un nuevo plan de ajuste del Gobierno de Mariano Rajoy. Fuentes del gobierno español afirmaron que no está previsto un nuevo ajuste y que no se le ha pedido que lo haga. Y mientras Alemania lanzaba sus mensajes en favor del rigor, Mario Monti -estos días convertido en claro líder de la periferia europea para alivio de la deuda soberana italiana- proseguía su campaña en busca de apoyos para el rápido cumplimiento de los acuerdos de la cumbre de finales de junio. Monti, y su homólogo finlandés, Jyrki Katainen, coincidieron ayer en que para superar la crisis se requiere una "combinación de medidas", en unos momentos en que la economía de mercado no funciona correctamente.
Monti se reunirá hoy en Madrid con Mariano Rajoy en una jornada decisiva para España por partida doble ya que el Tesoro emite bonos a dos, cuatro y 10 años por entre 2.000 y 3.000 millones. Pese a la presión alemana, la prima de riesgo española se relajó ayer 10 puntos básicos, hasta los 536, y el Ibex cedió apenas el 0,27%, en una muestra de la confianza depositada por el mercado en el BCE. Sin embargo, los expertos dudan que Draghi vaya a tomar hoy medidas drásticas. Barclays advierte que el mensaje de Draghi puede ser decepcionante y Nomura y Merrill Lynch coinciden en que aún hay numerosos obstáculos políticos que es necesario derribar para que las medidas del BCE, como la compra de bonos, puedan ser efectivas.
Por su parte, la Reserva Federal estadounidense tampoco cumplió ayer con la expectativa de lanzar un nuevo programa de estímulo, aunque anunció que tomará "las medidas necesarias" en caso de que sea preciso.
S&P confirma el rating de España
La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's (S&P) anunció ayer que mantendrá el rating de España en BBB+ debido a los fuertes ajustes económicos emprendidos. "El compromiso de España con la implementación en marcha de una amplia agenda de reformas fiscales y estructurales sigue siendo fuerte", afirma la agencia en un comunicado. S&P también ha decidido mantener también sin cambios la calificación A-2 de la deuda a corto plazo.Sin embargo, la agencia ha decidido dejar la perspectiva del rating en 'negativa' como consecuencia de los "múltiples riesgos" en el reequilibrio económico de España y advierte del riesgo de que el país no sea capaz de cumplir con la reducción del déficit este año al 6,3%.Hace tres días, la propia agencia revisó a la baja sus previsiones para el PIB español y se temió por un recorte del rating. El motivo que esgrimió entonces: los acelerados esfuerzos por reducir el déficit. La agencia de calificación prevé que el PIB español se contraiga un 1,7% este año y un 0,6% en 2013. La zona euro crecería solo un 0,4% en 2013, después de perder un 0,6% del PIB este año.Los expertos consultados por la agencia EFE consideran muy positiva la decisión de S&P. Destacan la confianza mostrada por la agencia estadounidense de rating en que España va por el buen camino.