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Columna
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Devolver a Barclays la normalidad

Barclays se encuentra ante un inquietante problema. El escándalo de la manipulación del líbor se ha llevado por delante a la alta dirección del banco y ha arruinado su reputación ante los reguladores, políticos y clientes. Las acciones se han desplomado a casi la mitad del precio medio cotizado en los últimos 12 meses. Hay muchas razones para desconfiar. Pero la vuelta a la normalidad podría ofrecer a los inversores unos beneficios impresionantes.

El último cálculo de Breakingviews compara a Barclays con sus principales rivales mundiales. Tomando como referencias el múltiplo de beneficios, rentabilidad por dividendo y la relación precio/valor contable, el banco británico cotizaba con un descuento del 38% con respecto a su grupo de referencia el 20 de julio. Hay buenas razones que justifican el descuento. Tras la salida de Bob Diamond y Jerry del Missier, Barclays no tiene ni consejero delegado ni presidente ejecutivo. El presidente Marcus Agius se encamina también a la salida. La recuperación no es posible hasta que el banco contrate un nuevo líder.

Pero un nuevo CEO no es garantía. La polémica por la manipulación del tipo interbancario ha puesto de manifiesto las preocupaciones que los reguladores albergan sobre el banco. Adair Turner, presidente de la Autoridad de Servicios Financieros británica, escribió al presidente de Barclays en abril de este año para expresar sus inquietudes sobre la "agresiva… interpretación de las normas". La baja valoración de Barclays sugiere que los inversores comparten estas dudas. El escándalo ha reavivado también las demandas políticas de una completa separación entre la banca minorista y la de inversión. Esto destruiría valor para Barclays.

En términos generales, las perspectivas económicas europeas son otro lastre para la valoración. Aunque sus colegas estadounidenses tampoco viven sus mejores momentos, disfrutan de una economía más benigna y un ambiente regulatorio más favorable. Debido a sus problemas actuales, es difícil argumentar que las acciones de Barclays están infravaloradas. Pero no es probable que sea un rezagado para siempre. El consejo debe continuar la tarea de devolver a Barclays la normalidad.

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