El fondo de rescate asume el control de la prima de riesgo
El 'mecanismo antiprima de riesgo' podría pasar en las próximas horas de ser un eufemismo italiano a convertirse en una tabla de salvación para España.
La aséptica expresión de 'mecanismo antiprima de riesgo' se la inventó el Gobierno de Mario Monti para camuflar el rescate blando, a base de compra de deuda pública. Esa modalidad de intervención se flexibilizó en la última cumbre europea a propuesta de Roma. Pero es el Gobierno de Mariano Rajoy el más cercano a estrenar ese tipo de asistencia. O a pedirla casi a mismo tiempo que Italia.
La intervención del fondo de rescate en el mercado de deuda se estudia desde mediados de junio, cuando la petición de ayuda de España para la reestructuración de la banca disparó la desconfianza de los inversores. Pero ayer, por primera vez, la Comisión Europea sugirió abiertamente la puesta en marcha de ese tipo de intervención.
El encargado de hacerlo fue el vicepresidente de la CE y comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, quien abogó por aplicar de manera inmediata los acuerdos de la última cumbre. Y, en particular, el que prevé la utilización de los fondos de rescate "de manera flexible y eficiente con objeto de estabilizar los mercados". Esa facultad "necesita ser aplicada", señaló ayer Almunia durante un encuentro con medios de comunicación acreditados en Bruselas.
La compra de deuda en el mercado secundario, según las directrices del fondo de rescate, puede activarse en solo 48 horas. Y su objetivo es actuar "en circunstancias excepcionales cuando la liquidez limitada de los mercados amenaza la estabilidad financieras", una descripción que encaja con la situación del mercado español.
Como ha revelado CincoDías, las operaciones con bonos españoles en los últimos 10 días apenas alcanzan los 150 millones de euros mientras que en 2011 superaban los 7.000 millones diarios. Esa caída en la actividad explica en gran parte la escalada de la prima de riesgo y crea las condiciones previstas para una intervención del fondo de rescate.
Pero el fondo también puede intervenir en el mercado primario mediante la compra directa de hasta el 50% de una emisión (al precio medio de la subasta) u ofreciendo una garantía al comprador de hasta el 30% de pérdidas potenciales.
En ambos casos (compra en el primario o en el secundario), el país beneficiado deberá comprometerse a cumplir con las exigencias de Bruselas en el marco del procedimiento de déficit excesivo (cerrar 2012 con un déficit del 6,3%, en el caso de España) y en el procedimiento de desequilibrio macroeconómico (que para España son la reforma laboral e impositiva, la liberalización de las profesiones liberales y la resolución del déficit de tarifa en el sector eléctrico). Esas condiciones ya figuran en el memorándum aprobado el pasado viernes para poner en marcha el rescate de la banca española. En el caso de Italia, cuya deuda también se ha contagiado de la inestabilidad reinante, el Gobierno debería negociar su propio memorándum, circunstancia que podría provocar la caída de Monti.
Reunión de Rajoy y Monti
Tanto Madrid como Roma han negado que, por ahora, se planteen solicitar la compra de deuda, aunque la evolución de los tipos de interés parece encontrarse en un nivel insostenible. Rajoy y Monti tienen previsto reunirse en Madrid el próximo 2 de agosto, justo un año después de que el Banco Central Europeo interviniese para aliviar la prima de riesgo de sus respectivos países.
El presidente español y el italiano no ocultan que preferirían una nueva intervención del BCE en lugar de solicitar una compra por parte del fondo, dados los riesgos de esta segunda vía. El primero es que los recursos son más limitados. Y el segundo, que puede estigmatizar los bonos españoles e italianos.