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José María Castellano y César González-Bueno. Presidente y consejero delegado de Novagalicia

"La liquidación de Novagalicia sería la peor de las soluciones"

Han tomado las riendas del banco gallego hace un año escaso y se enfrentan al reto de culminar con éxito su saneamiento y de limpiar la imagen de la entidad.

"La liquidación de Novagalicia sería la peor de las soluciones"
"La liquidación de Novagalicia sería la peor de las soluciones"

Renunciaron a puestos ejecutivos en el sector privado para hacerse cargo de una de las cuatro entidades nacionalizadas en nuestro país. Novagalicia espera recibir en los próximos meses 6.000 millones de euros del fondo de rescate europeo y afronta una nueva etapa en la que la entidad busca reconciliarse con su clientela, encendida por el fraude de las preferentes y a la que el banco ofrecerá soluciones en los casos de abuso evidente. El presidente, José María Castellano, y el consejero delegado, César González-Bueno, hablan con la libertad de quienes no son responsables de la gestión previa y defienden la estrategia planteada desde el principio y que ha generado no poco escepticismo: la búsqueda de inversores privados y la creación de EVO como marca fuera de Galicia para dar salida a los excesos de la expansión territorial.

¿Cómo es el día a día en las oficinas de Novacaixagalicia? ¿Cómo influye el descontento de los afectados por las preferentes? ¿Ha habido fuga de clientes?

José María Castellano. No todos los clientes están descontentos porque tenemos 2,8 millones de clientes y nuestra entidad tiene 43.000 afectados por las preferentes. Es una cantidad importante que queremos arreglar lo antes posible. La vida no es fácil en estos momentos para ningún español, no es fácil para nosotros y no es fácil para los trabajadores del banco porque también están sufriendo. Pero estamos entrando en una senda, vamos a llamarle por el momento, de normalidad. Es una nueva etapa.

César González-Bueno. En este momento está saliendo dinero de prácticamente todas las entidades. Hay una desconfianza generalizada. En nuestro caso, como todo el mundo, hemos tenido salidas y, curiosamente, también hemos tenido entradas. Tenemos una campaña de cuenta nómina con un producto muy atractivo que está generando la entrada de nuevos clientes y fidelización.

El memorándum abre la posibilidad a la liquidación de entidades, ¿podría ser el caso de NCG?

J. M. C. El memorándum dice que las entidades con ayudas deberán presentar una hoja de ruta para su eventual salida a Bolsa. De esto nadie habla, todo el mundo habla de la liquidación. Creo que la liquidación es la peor de las soluciones. Hay una ventaja y es que podemos mirar las recapitalizaciones que han hecho otros y aprender de lo que han hecho bien y rectificar lo que han hecho mal. Venimos de dos cajas rentables que se metieron en la burbuja inmobiliaria. La digeriremos, la sacaremos adelante y volverá a ser rentable. Pronto se ganará más dinero.

C. G.-B. La liquidación se utiliza siempre como última alternativa porque es muy sencilla. Decides que la mejor forma es poner a la venta cada una de las partes en vez de la entidad en su conjunto o en vez de sanearla. Esos activos que antes valían equis valen mucho menos a medida que entras en un proceso de liquidación. La CE, las autoridades españolas... todo el mundo sabe que una liquidación es más cara para el contribuyente. Se utiliza incluso como un instrumento de negociación: reestructura mucho que si no te liquido. Es implanteable una liquidación de Novagalicia, no tendría absolutamente ningún sentido.

¿En qué ha quedado la búsqueda de capital privado?

J. M. C. Sigue siendo factible. Hay inversores institucionales internacionales interesados; incluso han ido a dos manifestaciones de preferentes. Tenemos que enseñarles la entidad, cómo son nuestras oficinas, nuestra gente y decirles cuáles son los problemas. Desde el punto de vista reputacional, el mayor es el de las preferentes. Hay interesados, lo han puesto de manifiesto visitando la entidad, el Banco de España y entregando cartas con intención de invertir. Hay ofertas no vinculantes. Pero hay un doble interrogante, qué pasa con España y con Europa, y estamos a la espera de que se resuelva.

C. G.-B. La cuantía se verá cuando llegue el momento. El momento lógico de su entrada es inmediatamente después de las ayudas, que entren como capital semilla. ¿Qué cantidad y qué precio? Esas son las cosas que hay que ver.

¿Cuáles son los pilares del plan de recapitalización de la entidad?

C. G.-b. Hemos diferenciado dos territorios: Galicia con Novagalicia y el resto con EVO. Hemos creado una unidad de gestión de activos singulares, UGAS, dedicada a la recuperación y venta de activos. Y una unidad de banca mayorista. Alrededor de ese eje estratégico hay un plan de reducción de costes y de incremento de la eficiencia, más todas las proyecciones financieras que lo acompañan y que son las que determinan el importe solicitado. Este va a terminar de definirse a finales de septiembre.

¿Qué encaje va a tener EVO dentro de esta nueva etapa?

J. M. C. Fuera de Galicia había un problema por la expansión que se había realizado. La alternativa más fácil era tachar todo lo de fuera de Galicia y replegarnos al territorio de origen. Pero ha habido una apuesta valiente: convertirlo en una banca distinta que en vez de dar créditos captapasivo. Estamos arreglando el problema que había fuera de Galicia.

C. G.-B. EVO ha sido un esfuerzo de reordenación; de adelgazamiento brutal. Se están cerrando del orden de 40 oficinas fuera de Galicia. Las cifras de captación de pasivo son estupendas; estamos haciendo más de 500 clientes al día. La crítica es muy fácil pero es la forma más eficiente de resolver un problema.

¿Prevén exigencias muy duras de Bruselas en cuanto a recortes de red y plantilla y venta de activos?

J. M. C. Nadie ha hecho tantos deberes como nosotros, en términos de ajuste, cambio de organización, cierre de oficinas, disminución de plantilla, gobierno corporativo, organigrama, fusión informática... Seguramente nos exigirán, pero vamos allí con unos deberes hechos.

C. G.-B. Hemos tenido la suerte de disfrutar de una fusión que, con todo lo discutida, desde el punto de vista económico y de organización tenía sentido. La duplicidad de oficinas ha permitido cerrar un amplio número sin perder clientes.

¿Hay una hoja de ruta para la venta de participadas?

J. M. C. Se acaba de vender Geriatros por 44,2 millones y una plusvalía de 9. Banco Gallego está incluido en el plan de recapitalización.

¿Cómo se va a poner en marcha el banco malo?

J. M. C. Se va a crear una entidad que va a agrupar todos los activos tóxicos de todas las entidades que están en el FROB. Y nos parece una buena medida.

C. G.-B. El perímetro está por determinar. Puede ser que queden algunos activos bajo gestión de los propios bancos.

"El tema de las indemnizaciones no está cerrado y no descartamos emprender acciones judiciales"

Novagalicia, resultado de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, ha sido una de las entidades que se ha visto salpicada por el escándalo de las millonarias indemnizaciones y prejubilaciones cobradas por algunos de sus exdirectivos, un caso en el que Anticorrupción se ha querellado contra cinco personas: el expresidente de Caixanova Julio Fernández Gayoso y cuatro exdirectivos de Novagalicia (el ex director general José Luis Pego, el ex director general adjunto de la oficina de integración âscar Rodríguez, el exresponsable del grupo inmobiliario Gregorio Gorriarán y el ex director general adjunto Francisco Javier García de Paredes). Les reclama la devolución de "al menos" 7,87 millones.La entidad, que emprendió hace unos meses una auditoría interna para investigar los hechos, no descarta tomar cartas en el asunto. "El tema no está zanjado; no está finalizado. No descartamos emprender acciones judiciales más adelante. Y eso que en el banco ahora no hay blindajes, salvo los nuestros, del presidente y el consejero delegado. No descartamos nada en ese tema, ni investigar más a fondo en la entidad, no hará falta que nos lo pidan los inversores. No hay riesgo de que un posible delito prescriba. Pero ahora no es momento de abrir nuevos frentes en la entidad. El asunto fue un shock para todos en el banco. No se habrá calmado la situación del todo hasta que el caso esté cerrado, y no cerrado en falso. Y no lo está", afirma rotundo su presidente.

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