El FMI podría cortar las ayudas a Grecia
El Fondo Monetario Internacional (FMI) está barajando la posibilidad de detener su aportación a las ayudas a Grecia, según el semanario alemán Der Spiegel, lo que abocaría al país heleno a la insolvencia a partir del próximo septiembre.
De acuerdo a la información de este medio, el FMI ya ha advertido a la cúpula de la Unión Europea de que su paciencia con Grecia se ha agotado y de que, por tanto, no participará con nuevas aportaciones.
El semanario alemán se remite a las evaluaciones que actualmente lleva a cabo la denominada troika -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y FMI- acerca de la situación de Grecia. Según estos análisis, el FMI considera que Atenas no estará en disposición de responder a lo comprometido y rebajar hasta 2020 al 120% de su Producto Interior Bruto (PIB) su nivel de endeudamiento.
Conceder al país un plazo mayor implicaría, a juicio de la troika, nuevas inyecciones financieras por un monto de unos 50.000 millones de euros, a lo que muchos países de la UE no están dispuestos, apunta el semanario.
Der Spiegel subraya que el peligro de un abandono del euro por parte de Grecia se considera "asumible" por parte de algunos miembros de la zona euro y dice que se podría evitar un contagio a otros socios con el nuevo fondo permanente de rescate, el MEDE.
Dicho fondo permanente está pendiente aún de ratificación en Alemania, a la espera de que el Tribunal Constitucional se haya pronunciado sobre las demandas en curso, lo que se prevé ocurra el 12 de septiembre.
Los socios de Merkel sugieren la vuelta de Grecia al dracma
Los socios bávaros de la canciller Angela Merkel, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), apuntan a un regreso "suave" de Grecia al dracma. "El estado griego debería empezar a pagar la mitad de los sueldos de sus funcionarios, las jubilaciones y otros gastos en dracmas", dice el secretario general de la CSU, Alexander Dobrindt, en declaraciones al dominical Welt am Sonntag.En opinión del político, representante de la formación hermanada a la Unión Cristianodemócrata (CDU) que lidera Merkel, esta forma "suave" de regresar a la antigua moneda sería mucho mejor para Grecia "que un corte radical".Dobrindt estima que una fórmula de "moneda paralela" desatascaría el crecimiento, al tiempo que propone elaborar en paralelo una "hoja de ruta" para organizar la salida de Grecia de la zona euro.El secretario general de la CSU aboga además por trabajar en un concepto destinado a reducir el ámbito de la zona euro, en lugar de estar reflexionando continuamente sobre "cuál va a ser el camino a seguir para el siguiente traspaso de competencias nacionales a Europa".Las declaraciones procedentes de la CSU siguen a las expresadas por el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, del Partido Liberal (FDP) -el tercer socio de la coalición de Merkel, junto a la CDU y la CSU-, rechazando frontalmente toda renegociación de los compromisos adquiridos por Grecia.Se percibe el deseo de Grecia de "negociarlo todo de nuevo y de cuestionar compromisos substanciales adquiridos", apunta el ministro, en declaraciones al popular diario Bild.Westerwelle expresa a ese medio su rechazo total a una renegociación, ratifica que el deseo del Gobierno alemán de que Grecia siga en la zona del euro, pero apunta que "no aprobaremos" ningún cambio sustancial en los compromisos adquiridos por Atenas, a cuyo Gobierno aconseja "tomarse en serio" esas obligaciones.