¿El mayor recorte de la democracia? Sí, pero no tanto
Los 65.000 millones del ajuste fiscal anunciado el miércoles por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, han sido bautizados como el mayor recorte de la democracia. Es correcto, sin embargo, la cifra está sobredimensionada. La Comisión Europea, el FMI, la Agencia Tributaria o el propio Gobierno, hasta ahora, calculaban el efecto de una medida fiscal en los doce meses siguientes desde su aprobación. En cambio, el Ejecutivo llega a la cifra de 65.000 millones tras imputar las consecuencias del ajuste en varios ejercicios (2012-2014).
Los informes de Hacienda indican que la subida del IVA aprobada por el Gobierno de Zapatero supuso un aumento de ingresos de 5.400 millones entre el primero de julio de 2010, cuando entró en vigor, hasta julio de 2011. A partir de esa fecha desaparece el efecto escalón, es decir, pasar de un tipo a otro, y el incremento del IVA deja de computarse como ajuste fiscal.
El Gobierno de Rajoy, en el informe publicado en inglés en la madrugada del viernes, no sigue este camino. En lugar de calcular la recaudación adicional por el incremento del IVA entre el 1 de septiembre de este año hasta el mismo día de 2013, traslada el efecto hasta 2014. Ello tiene cierto valor informativo, sin embargo, provoca que se sobredimensione el ajuste. Siguiendo esta tendencia, también se podría calcular las consecuencias de la subida en 2015, 2016, 2017 y así sucesivamente.
Dos formas de calcular un ajuste
En los planes de ajuste que los Gobiernos remiten a Bruselas, incluido el de Rajoy, no se sigue esta práctica. Por ejemplo, el Programa de Estabilidad (2012-2015) enviado a la Comisión Europea en abril refleja que la subida del IBI aprobada en 2012 supondrá un aumento de los ingresos en 900 millones. Una recaudación adicional que deja de computarse en los ejercicios siguientes. Con la otra forma de cálculo, el ajuste derivado de elevar el IBI alcanzaría los 3.600 millones entre 2012 y 2015. Y lo mismo sucede con el resto de medidas. Así, los 9.670 millones de ingresos adicionales que contempla el informe de Hacienda que se recaudarán en 2014 por la subida del IVA que entra en vigor el primero de septiembre no deberían formar parte del ajuste. Al menos, así se ha hecho hasta ahora.
Por este motivo, resulta confuso comparar el ajuste de 65.000 millones de Rajoy con los 15.000 millones que supuso el recorte de Zapatero, que incluyó la rebaja del sueldo de los funcionarios o la congelación de las pensiones. Dicho esto, el ajuste de Rajoy sigue siendo el mayor de la democracia.
En España, ningún Gobierno en la historia se había atrevido a elevar tres puntos de golpe el IVA, un impuesto que se introdujo en 1986. De hecho, sólo Hungría y Rumanía han subido más el impuesto de una tacada en tiempos de crisis dentro de la UE. Y la subida fiscal que acaba de sufrir el impuesto sobre sociedades no tiene tampoco precedentes.