La banca busca la confianza perdida
La estrategia para la recapitalización bancaria en Europa ha alcanzado su límite. Las entidades han añadido 94.000 millones de euros a sus reservas de capital desde septiembre, excediendo de sobra las demandas de la Autoridad Bancaria Europea (ABE). Pero no es suficiente. Para restaurar la confianza los bancos tendrán que limpiar sus carteras crediticias y esperar que la eurozona pueda solucionar sus problemas de su soberanía.
El pasado otoño, la ABE calculó que los bancos europeos necesitaban unos 115.000 millones de euros para alcanzar el ratio de capital del 9%. Los bancos griegos y los rescatados como el belga Dexia y el español Bankia fueron excluidos después de los cálculos. Los bancos restantes alcanzaron confortablemente el nivel de recapitalización actualizado de 76.000 millones a finales de junio.
Además, las entidades usaron pocos trucos para lograrlo. La mayoría de las mejoras de capital vinieron a través de emisiones de acciones y bonos convertibles; recompras de deuda híbrida con descuento; retención de ingresos o descarga de activos. Es cierto que algunos bancos ajustaron los modelos de riesgo para reducir sus activos ponderados según su riesgo, pero esta vía representó solo el 10% del capital total recaudado. Las sospechas de que los bancos responderían a las demandas de la ABE reduciendo sus balances no tenían sentido.
Pero quien espere que los bancos europeos se recuperen por arte de magia quedarán decepcionados. No solo están financiando en gran medida mercados cerrados para las entidades del continente, sino que muchos están dependiendo peligrosamente de la liquidez del Banco Central Europeo.
Restaurar la confianza requerirá que los bancos limpien sus activos de riesgo que siguen obstruyendo sus balances. Una limpieza como esta allanaría el camino para la creación de una unión bancaria europea, apoyada por un fondo de depósitos común, que ayudaría a romper la tóxica relación entre bancos europeos y gobiernos.
Por Peter Thal Larsen.