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Columna
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España toma la agria medicina de Europa

Hace solo dos años, Mariano Rajoy reprendía a su predecesor por hacer lo contrario a lo que había prometido. Entonces estaba en la oposición. Ahora, como presidente del Gobierno, tiene que tomar la amarga medicina que le ha prescrito la Unión Europea. También se está comiendo algunas de sus palabras. Entre ellas, la negación de la necesidad de incrementar el IVA, que forma parte de un plan para mejorar la posición fiscal de España por un total de 65.000 millones de euros desde ahora y hasta finales de 2014.

¿Curará la medicina del todo al paciente en forma de un déficit fiscal del 3% del PIB en 2014? Es muy pronto para saberlo, ya que los detalles del plan, como la división entre subidas de impuestos y recortes en el gasto, aún no están claros. Pero más impuestos pesarán en una economía que lucha por salir de la recesión, incluso si la evasión del pago del IVA, según las palabras del ministro de Hacienda, es un "deporte nacional".

Parece que se ha seguido gran parte de las recetas para la salud fiscal prescritas por la Comisión Europea. Entre ellas la subida del IVA del 18 al 21%. Las menores aportaciones a la Seguridad Social, en un 1% en 2013 y otro en 2014, debería hacer que la contratación fuese más atractiva. Los funcionarios y los parados obtendrán menos retribuciones. También hay algunas reformas estructurales sensatas, como una liberalización de los servicios, una revisión del sector energético y una reducción de la burocracia.

Pero Rajoy parece haber eludido la píldora más amarga, políticamente hablando: una seria racionalización de los gobiernos locales y regionales. Ha empezado con algo: la salida de un tercio de los concejales municipales. El ahorro de 3.500 millones de euros son una pequeña parte de los 16.000 millones de gasto estimado en el pasado por UPyD.

Si esta medicina no funciona según lo planeado, la UE probablemente prescribirá otra ronda de recortes, subidas de impuestos y reformas estructurales. Puede que Rajoy se frustre, pero discutir con el doctor no le llevará lejos. Aunque España no esté en un programa de rescate completo, no hay duda de quién está al mando.

Por Fiona Maharg-Bravo.

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