Las medidas en energía se aplazan, pero la luz sube ya
El plan contra el déficit de tarifa no se aprobará el viernes, pero sí el nuevo IVA de la energía.
Más que aclarar en qué van a consistir las medidas que el Gobierno va a aplicar para reducir el déficit de tarifa, ayer Mariano Rajoy alimentó más aún si cabe la confusión sobre lo que denominó "siguiente fase de la reforma del sector energético". En su comparecencia en el Pleno del Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno recurrió a aquella idea plasmada en su discurso de investidura de que "el coste de la energía condiciona la competitividad de nuestra economía" y "puede llegar a representar hasta el 50% de los costes de producción de la industria, y tiene un fuerte impacto en el IPC".
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Un discurso que no se compadece con lo poco que desveló de las próximas medidas en el sector energético, que se resumen, según sus palabras, "en un nuevo esquema de fiscalidad energética". A más tributos, mayor precio de la energía, ya que, aunque se apliquen a las empresas por producir o vender energía, estas siempre podrán trasladarlo al precio final.
Aunque una buena parte de las medidas macroeconómicas que anunció ayer serán aprobadas en el Consejo de Ministros de mañana viernes, las energéticas deberán esperar a una próxima reunión, según confirmó el propio Gobierno a las empresas del sector. Sin embargo, al margen de la nueva fiscalidad energética, los precios de la energía (la electricidad, el gas o los carburantes) experimentarán ya una subida: la que se deriva del incremento del IVA, que pasa del 18% al 21%.
EL PASADO
Solo esta medida choca con el objetivo antes mencionado de Rajoy de mejorar la competitividad, pues va a afectar a los costes de los distintos sectores económicos y así fue denunciado ayer por algunos de ellos, como el agrario. Además, la subida del IVA que grava los productos energéticos es ajena al recorte del déficit de tarifa, que el presidente del Gobierno redondeó ayer en más de 25.000 millones de euros.
En sus referencias a la reforma energética, no faltaron tampoco alusiones al pasado. Según sus palabras, "las decisiones adoptadas durante los últimos ocho años han dejado de lado la prioridad de suministrar la energía al menor coste posible y han conducido a un abultadísimo déficit al que vamos a dar una solución definitiva". Pero no dijo cómo.
MEDIO AMBIENTE
Rajoy hizo alusión a una reforma de la tributación medioambiental, "impulsando en nuestro sistema impositivo el principio de que quien contamina, paga, ya arraigado en países de nuestro entorno". Sin embargo, este impuesto, al que algunos denominaban erróneamente ayer "céntimo verde", no necesariamente tiene que ver con las medidas para reducir el déficit de tarifa, sino más bien con el recorte del déficit público. Se trata muy probablemente de un recargo en el impuesto de hidrocarburos, cuya recaudación irá a las arcas públicas y no a financiar directamente políticas medioambientales, como el coste de las primas de las energías renovables.
RECORTES
El pasado mes de marzo, el Gobierno aprobó un recorte de los costes del sistema eléctrico de 1.600 millones, la partida mayor, la de la retribución de la distribución, casi 700 millones. Las medidas incluyeron también una fuerte subida de la luz, otros 1.640 millones, que representó un incremento del 25% de los peajes de acceso, que son los que financian los costes (menos la energía), entre ellos, el déficit de tarifa. El 1 de julio subió otro 4% el componente de energía, pero no se revisaron los peajes del trimestre.
Desde entonces, el titular de Industria, José Manuel Soria, ha repetido hasta la saciedad que habría una segunda "reforma" que se centraría en medidas fiscales. De hecho, su diseño ha corrido a cargo del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y del director de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal.
Se trata de un impuesto progresivo sobre la venta de energía eléctrica, que afectaría a todas las tecnologías de producción y que mantiene en vilo tanto a las eléctricas tradicionales, como a las renovables. El ministro de Industria desveló ayer que la progresividad en este caso estará relacionada con los subsidios que cobran las plantas.
LAS ARCAS
Otra de las pocas referencias de Rajoy a lo que será el paquete de medidas energéticas es la idea tantas veces repetida por Soria de que la solución al déficit de tarifa vendrá "de un reparto del coste del mismo entre los diferentes sectores implicados", en alusión a los consumidores, empresas y contribuyentes. Hasta ahora, se aludía al Estado, pero Rajoy se limitó a señalar a los "implicados".
La dificultad de sufragar con los Presupuestos el déficit de tarifa ha quedado de manifiesto con la decisión del Gobierno de sacar de los mismos los únicos costes del sistema que están por ley en las Cuentas Públicas: los sistemas extrapeninsulares.
El presidente del Gobierno expresó otra idea retórica del Consejo Europeo: que en 2015 ningún Estado miembro permanezca aislado energéticamente.
Un impuesto progresivo a la energía
En un curso de verano de El Escorial y tras la intervención de Rajoy en el Congreso, el ministro de Industria, José Manuel Soria, señaló ayer que el Gobierno va a aplicar un impuesto a todas las fuentes de generación, que será "progresivo" para que las tecnologías que reciben más "subsidios" contribuyan más, como adelantó el lunes CincoDías. El hecho imponible será la venta de energía, no la producción. Soria no citó expresamente a la fotovoltaica y termosolar, que son las que más primas reciben.Además, el ministro adelantó que los ingresos por los derechos de CO2 que ingresará el estado desde 2013 se destinarán a sufragar los costes del sistema.