La unión hace la fuerza
Las compañías españolas no han dejado de escalar posiciones en el ámbito de las infraestructuras a nivel internacional en los últimos años. En España tenemos siete constructoras que están entre las 10 principales entidades concesionarias en proyectos de transporte e infraestructuras. También contamos con ingenierías y empresas de tecnología que han sido capaces de poner al sector de las infraestructuras a la vanguardia en proyectos de alta velocidad, metro, hospitales o movilidad en áreas urbanas. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, es un referente internacional en el modelo de gestión, ejecución y financiación de infraestructuras. Es a lo que se le denomina modelo Madrid y que ha captado el interés de Administraciones de todo el mundo -desde China hasta Estados Unidos-.
Desde Madrid Network se trabaja desde hace años en poner en valor nuestro modelo, se detectan todas aquellas oportunidades en el mundo donde las empresas españolas del sector de infraestructuras pueden desarrollar músculo, se les buscan colaboraciones con otras Administraciones y empresas para acometer proyectos, e incluso se les ayuda a conseguir financiación.
Aunque el mercado español esté en la actualidad estancado, más allá de la frontera existe un universo de oportunidades de negocio. Países como Perú, Colombia, Uruguay, Brasil, Argentina e incluso México, Panamá, Costa Rica o Nicaragua cuentan con un abanico de opciones para invertir en infraestructuras de todo tipo (transporte urbano masivo, carreteras, puertos, aeropuertos, energía tradicional y renovable, agua y saneamiento, etc.).
Nuestras empresas cuentan con la tecnología y capacidades técnicas y de gestión necesarias para acometer los grandes proyectos internacionales. Ahora bien, a día de hoy, la competencia es enorme, y no solo frente a empresas de otros países, sino entre las propias empresas locales. Por cada oferta de grandes consorcios de Francia o Alemania se presentan cinco españolas sin suficiente masa crítica. Además de la inseguridad que genera en los evaluadores, se hace inviable reclamar cualquier tipo de respaldo por parte de la Administración. Un apoyo, por otro lado, esencial para garantizar el éxito en los grandes proyectos y adjudicaciones.
Con este escenario se hace imprescindible un cambio para ser más competitivos en el exterior. Es necesario que nuestras empresas del sector, principalmente las ingenierías, ganen tamaño (mediante fusiones, alianzas, adquisiciones, etc.) y se especialicen, dado que más de la mitad son pymes. Asimismo, este es el momento de unirse para ser más fuertes. En este sentido, las grandes empresas públicas pueden liderar una única oferta ganadora donde caben pequeñas y medianas empresas y contar, además, con el apoyo de la Administración.
En las próximas dos décadas, según CIBC World Market, se invertirá en el mundo una media entre 817.000 millones de euros en construcción y renovación de infraestructuras, de los cuales un 40% se destinará a infraestructuras de transporte y un tercio a proyectos de energía.
Las posibilidades son infinitas. Y no se me ocurre otro momento mejor para hacerlo. En el futuro, tenemos que ser capaces de ir hacia una economía del conocimiento, exportando alta tecnología española, así como servicios y know-how. Tenemos una buena posición para iniciar este viaje. Ahora debemos elegir entre ser protagonistas o simplemente resignarnos a ser el público.
Alicia Hinojosa. Directora general de Madrid Network