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Columna
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No solo presionan los mercados

España e Italia centran de nuevo las miradas. El bono español a 10 años vuelve a niveles previos a la cumbre europea, en un peligroso 7%. El italiano está en el 6%. La presión no está viniendo solo de los mercados. Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, declaró que cualquier ayuda dada a miembros de la eurozona en apuros debe ser acompañada con duras condiciones. También criticó la cumbre europea del mes pasado por decidir que los países puedan recibir asistencia sin medidas adicionales de austeridad siempre y cuando se atengan a las promesas ya existentes de reducción de déficit y reformas económicas.

Esta presión da a Roma y Madrid un estímulo para seguir adelante con las reformas. Y están en ello. El Gobierno italiano ha anunciado una revisión del gasto que romperá muchos tabúes: serán despedidos trabajadores del sector público, y reducirá aquellos niveles innecesarios de la burocracia provincial. Son pasos críticos, pero siguen necesitando la aprobación del Parlamento, y después ser implementados completamente.

En España, el Gobierno está planeando una segunda oleada de reformas y austeridad. Ambos países, y sus ciudadanos, afrontan una elección difícil. Pueden hacer las reformas ahora o ser forzados a buscar ayuda y tomar la medicina que sus socios europeos quieran dispensarles. Si los programas de Gobierno son creíbles pueden recuperar el apoyo del mercado, o al menos dar pie para que el Banco Central Europeo les ayude indirectamente a través de préstamos a largo plazo.

Pero incluso progresando en los cambios estructurales, los rescates aún podrían ser posibles. Las elecciones del año próximo en Italia pueden atascar la agenda de reformas. Y Madrid está en un círculo vicioso de austeridad, déficits en aumento y caída económica. Ambos Gobiernos confían ante todo en los inversores domésticos y en la refinanciación de sus bancos. Los recursos adicionales de la eurozona podrían ser necesarios para tomar el relevo si los intereses de la deuda siguen altos. Rescatar a Italia y España sigue siendo una tarea hercúlea con efectos muy dolorosos.

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