Rosell pide que se obligue a los desempleados a formarse para cobrar el paro
El presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, pidió ayer al Gobierno que reforme el sistema de protección por desempleo para que la prestación esté "ligada obligatoriamente a la formación".
Asimismo, reclamó que también se revise la cuantía y la duración de estas prestaciones y subsidios por desempleo para situarlas en un nivel similar al del resto de Europa.
El líder de la patronal, que intervino en la presentación de un informe sobre libertad económica organizado por El Economista, enmarcó esta petición dentro de las recomendaciones hechas al Gobierno español desde el Banco Central Europeo.
En este sentido, consideró que esta revisión del gasto en desempleo no debería ser la única medida de recorte que decida adoptar el Ejecutivo que, en su opinión, se enfrenta a "una grandísima responsabilidad" que es la necesidad de rebajar el déficit. Y añadió que, para lograrlo, debe analizar "cualquier medida".
También alertó de que España "no puede aguantar más años" con un déficit tan elevado y sostuvo: "No podemos seguir por la vía del endeudamiento porque nos dirige al precipicio, al abismo y a la muerte". "La rebaja del déficit es la condición indispensable para salir de la crisis", añadió.
En este escenario aconsejó que "cualquier medida debe ponerse sobre la mesa", incluyendo el recorte de sueldos y empleo en el sector público. Rosell recordó que es una medida que se está barajando en otros países como Italia. A su juicio, en el actual momento económico, cualquier iniciativa debería ser sometida a estudio.
Asimismo, preguntado por una eventual subida del IVA, el presidente de CEOE recordó que "la UE dice desde hace tiempo que hay que poner este impuesto en los niveles europeos". Dicho esto, añadió que esta recomendación va acompañada de otra que insta a rebajar las cotizaciones sociales.
Empresas en pérdidas
Según los cálculos de Juan Rosell, más del 60% de las empresas tendrá pérdidas en 2012. Esto repercutirá, según dijo, en un recorte de dos tercios en la recaudación del impuesto de sociedades respecto a los niveles de 2007, hasta los 15.000 millones de euros.