_
_
_
_
_

¡Qué julio nos espera!: impuestos, funcionarios...

El fuerte castigo de los mercados a la deuda española ha condicionado la petición de rescate para la banca fallida, y las posteriores decisiones de la cumbre europea de la semana pasada. Pero los detalles siguen sin cerrarse y deberán hacerlo este mes, y este mes también el Gobierno tiene que poner en marcha un severo ajuste de gasto (lo ha reconocido el ministro de Exteriores) para poder cumplir el objetivo de déficit, sobre el que Bruselas no admitirá ni una centésima de desviación. ¡Qué mes de julio nos espera! Ajuste de gasto en servicios públicos, reducción del sueldo de los funcionarios, subida de impuestos, ...

Existe una innegable relación entre la petición de ayuda para la banca y las medidas que el Gobierno aprobará en las próximas semanas para equilibrar las cuentas públicas, aunque la condicionalidad del rescate se limite a la banca. El hecho de tener que cumplir a rajatabla el protocolo de déficit excesivo al que el Gobierno de España se ha comprometido, deja poco margen de maniobra a Rajoy, aunque no vayan a venir los hombres de negro a España (según dijo Merkel), y aunque por convicción propia el Gobierno vigile de cerca sus cuentas.

Las condiciones de concesión del crédito del fondo de rescate a la banca españoa fallida se fijarán en un acuerdo en torno al 20 de julio, cuando estaban previstas para el día 9, fecha en la que se reune el Eurogrupo. Tal retraso puede deslizar también un retraso en el calendario del Gobierno, pero todas las medidas deben estar ultimadas en julio por razones internas y externas, amén de las que pudieran surgir de una presión adicional de los mercados.

El Ministerio de Hacienda tiene que presentar mediado el mes el techo de gasto para 2013, imprescindible para elaborar el Presupuesto de ese ejercicio, y debe hacerlo dando por bueno que este año cumple con su objetivo de déficit. Como la evolución de las cuentas tal como va ahora no permite cumplirlo, deberá recortar los gastos estructurales e incrementar los ingresos, con el coste que tal cosa tiene para la ciudadanía y para la actividad económica.

Pero antes de que termine julio debe presentar también en Bruselas el techo de gasto y escenario presupuestario para 2014, puesto que Bruselas ha pedido un escenbario plurianual como condición previa a la aceptación de que España pueda disponer de un ejercicio más para reducir el déficit hasta el 3%. La confirmación de esta circunstancia se conocerá con seguridad el día 9, y el resto de las decisiones, en lo referente a su intensidad, dependen de ésta.

A juzgar por la presión que existe sobre España, la necesidad que tiene que recursos externos y la mala evolución de los ingresos y de los pagos hasta ahora, no podrá esquivar unas cuantas decisiones dolorosas de inmediato, puesto que al menos tiene que recoger el efecto de las que decida durante todo un semestre. Entre estas está una reducción de la remuneración de los fiuncionarios, que podría consistir en la eliminación de una paga extraordinaria, la de diciembre, que proporciona un ahorro importante y muy cuantificable desde el principio.

El resto de las medidas de gasto pueden centrarse en inversión, auqnue ya está muy limitada, y en recortes adicionales en los servicios no de mercado ya afrontados, como la sanidad y la educación. Además, podría haber medidas de reducción de la estructura política de las instituciones públicas, como concejales o diputados regionales, aunque el ahorro no aparecería hasta la siguiente legislatura.

Mientras tanto, los mercados mantienen su vigilancia. La prima de riesgo se ha instalado por debajo de los 500 puntos básicos, pero con posibilidad de saltarlos de nuevo al más mínimo movimiento de duda. Las bolsas han recuperado un poco el tono, pero siguen en precios más propios de un rescate financiero que de una estabilización de la recesión y sus variables.

Los ajustes por plazos siempre tienen más coste político. Pero el Gobierno siempre pensó que con las medidas fiscales de enero era suficiente, dando por bueno que las subidas de impuestos supondrían una mejora de la recaudación, que no se ha producido. Por ello, ahora seguramente tendrá que subir el IVA, sea de forma lineal el tipo medio, reducido y superreducido, o mediante al trasvase de bienes y servicios de los tipos bajos al alto. Pero la subida de este impuesto es inevitable.

Otra cosa es eliminar la deducción por adquisición de vivienda. Lo pide la UE, pero es una seña identitaria del programa del Partido Popular, e intentará mantenerla para reanimar las ventas y liquidar el stock.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_