España prepara sus cartas fiscales
El ministro de Hacienda se ha comprometido con el Eurogrupo a presentar planes presupuestarios plurianuales para los dos próximos ejercicios, ese tiempo que los socios comunitarios podrían conceder a España para llegar a un déficit fiscal del 3%, detalle que debe ser concretado en julio. En este juego de contrapartidas y cesiones de soberanía que supone la integración en el euro, y que en el caso de países con dificultades presupuestarias y dificultades para colocar sus emisiones de deuda en el mercado, cual es el caso de España, el Gobierno dará a conocer en julio tanto el techo de gasto de 2013 como el de 2014. Tal límite debe ser compatible con un 3% de desequilibrio en 2014 y debe ir acompañado de señales claras sobre los ingresos públicos y sobre los gastos.
Si en paralelo a la relajación fiscal la UE toma medidas adicionales de choque para neutralizar la presión sobre la deuda, que es una de las exigencias últimas de Rajoy, las medidas fiscales tendrán la contundencia de las de enero pasado, como si de un rescate blando y sus contrapartidas se tratase. Deberían contener recortes de gasto estructural muy importantes (funcionarios, inversión y quizás pensiones y desempleo), así como movimientos en los ingresos que despejen las dudas sobre la recaudación, ya afecten al IVA o a otros impuestos.