_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

India aún no ha parado de crecer

En medio del pesimismo que rodea las reformas en India, es fácil olvidar que no para de crecer. Las grandes multinacionales como Coca-Cola e Ikea pueden permitirse concentrarse en las robustas perspectivas a largo plazo del país. Las dos empresas apuestan a que los consumidores del país podrían servir como catalizador para la inversión extranjera directa desde otras fuentes.

Las acciones relacionadas con el consumo muestran por qué investigar en los hábitos de los indios sigue siendo una obligación. El índice bursátil FMCG de Bombay, que tiene en su lista a empresas como Nestlé y Colgate, ha aumentado un 21% desde el comienzo de 2012, doce puntos porcentuales más que el índice de referencia. Mientras, los consumidores locales tienen mucho margen para ponerse al día con los gustos de sus iguales. El consumo medio de Coca Cola en India es de doce unidades al año, en lugar de la media mundial de 92. Mientras que el consumo ayuda a apuntalar la economía, la inversión ha retrocedido hasta el 29,5% del PIB, la proporción más baja de los últimos cuatro años. Eso crea una oportunidad para grandes compañías con capacidad y paciencia para que las cosas funcionen.

El crecimiento a largo plazo de India depende de dos factores: la demografía y la riqueza. Su población de 1.200 millones de habitantes llegará a los 1.700 millones en 2050, según la ONU. China, por contra, se estancará en los 1.300. Además, la población en edad de trabajar sigue aumentando. En el lado de los ingresos, el PIB per cápita en 2011 fue de 1.500 dólares, menos de un tercio del chino y una trigésima parte del americano. Con la inversión adecuada y un crecimiento continuado, no hay razón por la que India no deba acortar distancias. El año pasado India sufrió un revés en sus planes de permitir la entrada de supermercados extranjeros. Pero no fue tan noticioso que levantara los límites a la inversión para empresas de una sola marca del mercado minorista, que ha impulsado un compromiso de Ikea de 1.500 millones de euros.

Cuantas más restricciones desaparezcan, más acuerdos se lograrán. La venta al pormenor, la aviación y los servicios financieros siguen cerrados. Con el primer ministro tomando el control del ministerio de Finanzas hay esperanza de que algunas de esas barreras también acaben levantadas.

Jeff Glekinn

Archivado En

_
_