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A fondo

La banca y los inversores, atrapados en el dividendo

Parqué de la Bolsa de Madrid.
Parqué de la Bolsa de Madrid.REUTERS

La Bolsa española es una de las que más rentabilidad por dividendo ofrece en el mundo. El rendimiento medio del Ibex es del 5,9%, según Bloomberg; una cifra que supera en más de un punto porcentual al resto de grandes índices europeos y triplica a Wall Street. Los bancos destacan como responsables de esta particularidad. Un estudio del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) ha identificado a Santander y BBVA como las entidades que mayor ratio de pay out (porcentaje de los beneficios destinados a dividendos) en la gran banca europea, un 88% y un 68% respectivamente. Pero esta generosidad no es necesariamente una buena noticia, ni para las entidades ni para los accionistas.

"En una situación de recesión, las empresas se ven obligadas a ofrecer elevadas rentabilidades para seguir siendo atractivas. Si no puede ser vía plusvalías, se hace con dividendos. El problema es que si se dedican todos los beneficios a dividendos, no hay capacidad de crecimiento", explica el jefe de investigación del IEB, Lorenzo Dávila. "La alternativa es empezar a repartir acciones. Se quiere convencer al inversor de que es un buen momento para capturar un posible rally, pero los bancos españoles van a seguir estando muy castigados", añade Dávila.

La comparación con otras entidades europeas es asombrosa. El IEB ha recopilado las cifras de 24 bancos con una capitalización bursátil superior a los 4.500 millones. El promedio de pay out es del 36%... si se excluye a Santander y BBVA, la cifra cae al 29%. Firmas tan ilustres como BNP Paribas, Société Générale, Crédit Agricole, Barclays, Lloyds, Deutsche o Unicredit tienen todos un pay out del 30% o inferior; en el caso de Lloyds, es de solo un 4%.

Dividendo en acciones

Las entidades financieras están ofreciendo la posibilidad de suscribir el dividendo en acciones, en su totalidad o parcialmente. Los dividendos se entregan por defecto como derechos de suscripción de acciones y es el inversor el que tiene que dar la orden de venta si quiere recibir el dinero en líquido. Muchos fondos de inversión, obligados a mantener un peso determinado en un valor, no tienen otra opción que aceptar la retribución en especie.

Los bancos listados en el Ibex acumulan en los últimos dos años una depreciación superior al 50% en el mejor de los casos. De hecho, la pérdida de capitalización desde el colapso de Lehman es de 54.000 millones (excluyendo a CaixaBank, Bankia y Cívica, que no cotizaban en septiembre de 2008). En estas circunstancias, el dividendo supone uno de los pocos resortes que les quedan a las entidades para seguir captando el interés de los inversores.

El IEB anticipa que esta política podría acentuarse en 2012: Santander podría alcanzar un pay out del 100%; CaixaBank, del 83%; BBVA, del 74%; Sabadell, del 69%, y Bankinter, del 50% (prevén pérdidas para Popular). Pero todo quedará a expensas de cómo ejecute la línea de crédito del Eurogrupo de hasta 100.000 millones, si bien los bancos citados han asegurado que no recurrirán a las ayudas. Las entidades que reciban fondos pasarán a estar supervisadas por Bruselas y las posibilidades de que puedan mantener los dividendos son prácticamente nulas.

Los escenarios trazados por las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger dan como resultado unas necesidades de capital que oscilan entre 16.000 millones en el escenario base hasta los 62.000 millones en el caso más extremo. Pese a ello, la línea de crédito dispuesta por la eurozona sigue siendo de "hasta 100.000 millones". La lectura bursátil de este margen tan amplio entre necesidades identificadas y facilidades dispuestas es que la situación del sistema financiero puede ser mucho peor de lo que está diciendo.

Los reales decretos aprobados este año exigen al sector un esfuerzo de provisiones de 84.000 millones, equivalente al 90% de la capitalización de toda la banca cotizada. La línea de crédito comunitaria será para capitalizar el sistema, no para reactivar los créditos. Moody's puso el lunes a un paso del bono basura a toda la industria menos a Santander (está a dos), categoría donde sumergió a Popular, Bankinter y Bankia. Esto dificultará aún más el acceso a la financiación. Con todos estos elementos en juego, el panorama para el sector se complica y otro tanto de lo mismo ocurrirá con los dividendos.

El compromiso con el dividendo se identifica con empresas de balance sólido, fuerte flujo de caja y una férrea disciplina de gestión. Quizá esas características no sean las que mejor ilustran la trayectoria reciente de la banca.

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