Itaú se suma a Repsol y Slim como accionista de YPF por la insolvencia de Eskenazi
Itaú Unibanco ha ejecutado las garantías de su préstamo con Eskenazi en YPF, lo que le otorga el 3,6% de la petrolera argentina. Este paquete, unido al 8,4% ejecutado por Slim y otro 6% por la propia Repsol, supone más de la mitad de la participación (el 25,46%) del empresario argentino, que se declaró insolvente.
El brasileño Itaú Unibanco se ha hecho con una participación del 3,609% de YPF después de que el grupo Petersen, de la familia Eskenazi, se declarase insolvente para afrontar el pago de los créditos concedidos por este y otros bancos para la compra del 25,46% que tenía en la petrolera expropiada por el Gobierno argentino. En un comunicado a la Comisión Nacional de Valores, YPF ha informado que el 12 de junio el banco brasileño ejecutó 14,1 millones de acciones a 11,12 dólares, hasta 157,8 millones de dólares (unos 124 millones de euros).
La petrolera señala que "no es propósito del adquirente obtener una participación mayor ni alcanzar el control". La entrada de Itaú en YPF se produce días después de que dos filiales del millonario mexicano Carlos Slim ejecutasen también otro 8,4% de la petrolera argentina, en un movimiento que fue presentado por el Gobierno argentino como una apuesta estratégica de Slim en el país andino.
Algo que el hijo del empresario mexicano, Carlos Slim Domit, matizó. Según declaró, la presencia de Slim en Argentina no es como la presentó el Gobierno. "No ha sido una compra -señaló-, sino el ejercicio de las garantías que estaban en poder de los bancos" ante la falta de pago de un préstamo de Petersen, en el que "trabajábamos desde hacía cuatro años". La operación asciende a 344 millones de dólares (271 millones de euros).
Una de las dos filiales de Slim, Inbursa, que tomó en su día un 6,59% de YPF, explicó en una nota que la operación es consecuencia de los impagos de Petersen y que asumía la participación "en concepto de garantías de créditos sindicados colaterales". La otra sociedad, Inmobiliaria Carso, asumió un 1,8% del capital.
Con estas dos ejecuciones, y la de la participación del 6% que Repsol tenía pignorada también, el capital de Eskenazi ejecutado por sus acreedores asciende al 18%. La petrolera española, a la que le fue confiscado el 51% del 57% del capital que tenía en YPF, cuenta así con dos aliados en su batalla para reclamar un justiprecio por la compañía y los daños y perjuicios que le ha ocasionado. Repsol mantiene, pues, un 12% de YPF, y ha logrado un puesto en el consejo, que ocupa Luis García del Río, quien asistió por videoconferencia desde Madrid a la reunión de ayer, en la que fue convocada la junta ordinaria de YPF para el 17 de julio.
Por otro lado, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, aprovechó una reunión con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la cumbre del G-20 para invitar a la energética estatal rusa, Gazprom, para que invierta en YPF, informa Europa Press.
El empresario argentino persiste en su silencio
No han hecho ninguna declaración desde que a mediados de abril el Gobierno argentino confiscara a Repsol el 51% de YPF. La familia Eskenazi, que había comprado el 25,46% de la petrolera con cuatro préstamos de un grupo de bancos y de la propia Repsol, por 3.650 millones de dólares, se encontró en un callejón sin salida, al no poder devolver unos créditos a los que destinaba los dividendos de YPF pactados en el acuerdo accionistas que mantenía con Repsol (el 90% de los beneficios).Tras declararse insolvente, sus acreedores ejecutarán las garantías y Eskenazi solo perderá los 110 millones que puso de su bolsillo en la operación. Todo indica que no va a recurrir a los tribunales contra el Estado argentino, pues tiene intereses que debe preservar: una constructora, cuatro bancos y negocios agrícolas.