Ferrovial y Globalvía ya compiten por los peajes que proyecta Esperanza Aguirre
Las concesionarias de infraestructuras han comenzado a acercarse a la Comunidad de Madrid para presentar sus credenciales ante la apuesta del Gobierno de Esperanza Aguirre por el peaje en las autovías. Ferrovial y Globalvía parten como los dos grandes rivales de unos concursos que deberían abrirse tras el verano.
La batalla entre firmas de infraestructuras se ha desencadenado antes de que se conozcan los pliegos de condiciones por los que distintas autovías madrileñas adoptarán el pago por uso. La intención declarada de la presidenta Aguirre, de que las primeras carreteras salgan a concurso antes de que finalice el año, ha sido el pistoletazo de salida. La Comunidad aspira a un sistema sin barreras (free flow) y a compartir ingresos con las concesionarias, que correrían con la instalación de los pórticos y con un canon anual. Ferrovial y Globalvía están siendo las más activas para hacer valer sus referencias.
El modelo free flow se basa en pórticos con equipos electrónicos de identificación de matrículas y transponder. Estos últimos son los dispositivos de telepeaje que se comunican con el arco a través de ondas de radio. La concesionaria sabrá en cada momento cuánto mide cada vehículo, quién es el propietario, y la ruta que realiza, pese a que este atraviese los arcos a 160 kilómetros por hora. Una vez identificado el usuario, el cargo se envía a una cuenta asociada al transponder. Para que la concesionaria luche contra los defraudadores, la entrada en funcionamiento precisa un reforzamiento de la legislación.
Sistemas probados
Ferrovial opera el free flow por excelencia, la autopista 407 de Toronto (Canadá), donde gestiona 1,5 millones de facturas al mes y es capaz de fijar las tarifas en función del volumen de tráfico. A medio camino entre estas soluciones y las cabinas con barreras, Ferrovial monta telepeajes en la estadounidense Indiana Toll Road, donde se pasa por las cabinas sin detener el vehículo, y peajes exprés en la LBJ de Texas (EE UU), con carriles de pago y otros gratuitos.
Su rival Globalvía, participada por FCC y Bankia, también estará en la línea de salida de los concursos madrileños y busca influir en el desarrollo de los pliegos basándose en su experiencia con sistemas free flow en la portuguesa ScutVías. Además, piensa llevar esta tecnología a la autopista chilena del Aconcagua, y cuenta con el respaldo de FCC, quien ha construido el peaje inteligente de la Miami Express (EE UU).
"Los contactos entre empresas y Administración existen a nivel técnico y deberán repetirse para diseñar el planeamiento económico", dicen en el entorno del Gobierno regional madrileño. Un aspecto clave para las concesionarias será el de la selección del socio tecnológico.
Pero en estos momentos tampoco faltan las cautelas. Algunas de las interesadas esperarán a que se maticen los proyectos después de que Esperanza Aguirre asegurara que priorizará el peaje en vías con alternativa gratuita. "En Madrid y en todo el Levante vemos ejemplos de cómo fracasan los peajes cuando se ofrecen alternativas gratuitas", explica una de las gestoras de autopistas. Ocho de las diez autovías madrileñas con más tráfico (ver infografía) están duplicadas.
El mantenimiento de las autovías madrileñas cuesta 167 millones al año. Solo tres de ellas, la M-45, M-501 y M-407, funcionan como peaje en sombra, por el que es la Administración quien paga a la concesionaria. De esa factura, 80 millones vienen de la M-45 (Madrid paga ocho céntimos por kilómetro y coche), principal candidata al peaje. Otras vías en examen son la 407, la 503 y la 111. En el caso de la M-501 o autovía de Los Pantanos, la Comunidad reconoce que no existe alternativa y se estudian bonificaciones para los conductores. Y la M-607 (autovía de Colmenar) está en el alero por la oposición de los municipios afectados.
El tráfico gratuito soporta la crisis
La M-45, primera candidata a pasar de peaje en sombra a explícito, es la vía más transitada dependiente de la Comunidad de Madrid, con 97.000 vehículos diarios. Según la consejería de Infraestructuras que dirige Pablo Cavero, la circunvalación ha superado este año a la carretera de Colmenar.La Comunidad tiene bajo su tutela 661 kilómetros de la red principal; 633 kilómetros en carreteras secundarias, y una red local de 1.289 kilómetros. La intensidad media diaria en estas carreteras de acceso gratuito fue de 8.000 vehículos en 2011, lo que representa un pequeño descenso del 5,3% respecto al tráfico registrado en 2007.A falta de que se concrete el modelo de las nuevas concesiones, la Comunidad de Madrid ha calculado que podría pasar de pagar 167 millones al año por el mantenimiento de sus autovías a ingresar unos 30 millones por ejercicio.La Consejería de Infraestructuras dedicará este año 22 millones a trabajos de asfaltado en 92 kilómetros de carreteras