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Columna
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Nokia y su poder para asustar

Cuántas veces puede Nokia sacudir el mercado? Una nueva revisión sobre el margen de beneficios da continuidad a otro trastorno similar en abril, y otro susto en mayo de 2011. Al fabricante de telefonía móvil le pilló sesteando la revolución de los smartphones. Ahora ha perdido tres cuartas partes de su valor de mercado, unos 20.000 millones de euros en términos absolutos, desde que Stephen Elop tomó el mando en 2010. Al menos está tomando decisiones. Pero sigue sin tener garantizado el éxito.

Elop apostó el futuro de Nokia a los smartphones con sistema operativo de Microsoft. A su favor, Nokia nunca ha pretendido que la transición fuese rápida o suave. Pero el ataque de sus rivales, más baratos y con el sistema Android, de Google, junto a la presión de los de gama alta, como el iPhone de Apple, ha sido implacable.

En un nivel de beneficio operativo, Nokia está perdiendo tres céntimos por cada euro que vende en teléfonos. Nokia ahora avisa que será peor durante este trimestre. De ahí la caída de sus acciones, en el nivel más bajo de los últimos 16 años.

La revisión de sus números remarca lo delgadas que necesitan ser incluso las empresas exitosas como Nokia. Y eso genera un importante coste humano. Los 10.000 puestos de trabajo que se recortarán significan que el personal será menor en un tercio en 2013 que en 2010. Entre los afectados hay algunos directivos con experiencia. Pero en términos financieros, los costes operativos deberían caer a 3.000 millones de euros en la unidad telefónica, un 44% menos que en 2010.

El continuo poder de Nokia para sorprender al mercado debería llevar a los inversores a preguntarse si hay un plan B. Pero Nokia tiene poco que ganar deshaciendo el camino y recurriendo a Android. La liquidación más obvia sería la de Nokia-Siemens Networks, pero la sociedad tiene grandes problemas ya. Y una oferta por Nokia parece poco probable. Para los inversores, comprar acciones de Nokia parece algo arriesgado incluso a estos precios.

Por Quentin Webb.

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