El sector calcula en 60.000 millones la ayuda que Guindos pedirá a Europa
Los peores augurios se han cumplido. O, quizá, llegada la situación actual es lo mejor que podía pasar. "Todo depende del color del cristal con que se mire", explicaba ayer un directivo de una entidad financiera que compartía la decisión de Europa de ayudar a los bancos españoles que necesiten recapitalizarse. "La desconfianza hacia el sistema financiero español era total y España no tenía capacidad de inyectar tanto capital en la banca. Europa, sí. Además, para eso se han creado los fondos de rescate en la CE", añadía este destacado directivo.
Ahora las entidades financieras confían en que una vez despejada ya la incógnita del rescate de la banca, "y solo a la banca y no a España", como insiste una fuente del Gobierno, "la prima de riesgo se relaje y la financiación al sector se convierta en un balón de oxígeno para España y, por extensión, para su economía", explica un experto financiero.
La banca española conocía desde el jueves que el sistema iba a ser rescatado de forma inminente, "pero no creíamos que fuera el sábado. Pensábamos que sería el lunes. El viernes, sin embargo, las dudas quedaron despejadas. Nos comunicaron que la decisión no pasaba del fin de semana", afirma un banquero.
"Que la decisión se precipitara por decisión del Eurogrupo no era, en principio, una buena noticia, pero analizándolo con más detenimiento no es una mala opción que la medida se haya anunciado el sábado. Da tiempo para reposar la envergadura de la noticia, sobre todo a los mercados. Además, la decisión se aleja en una semana de las elecciones de Grecia y se evita así una posible contaminación en el mercado de las reacciones del proceso griego con lo que sucede en España", opina otro ejecutivo financiero.
Varias fuentes bancarias añaden otro punto a tener en cuenta. El informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) "ya centra el problema de la banca española. Un número determinado de entidades cercanas al 30% del sector necesitan 40.000 millones de euros de capital. La línea de crédito que Europa está dispuesta a financiar a un coste inferior al de mercado a través del FROB asciende a 100.000 millones de euros. Los cálculos que maneja el Gobierno y el sector apuntan a unas necesidades menores a esta cifra, y eso debería tener una respuesta positiva en los mercados una vez que se conozca la petición real", argumenta un directivo, cuya opinión coincide con otros homólogos suyos.
La banca espera que el Gobierno solicite finalmente una financiación a Europa de 58.000 millones a 60.000 millones una vez que concluyan los test que están realizando las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger sobre las necesidades de provisiones del conjunto del sector de su cartera crediticia. Algunos bancos de inversión elevan las ayudas a 80.000 millones, cifra que la banca española considera excesiva.
Eso sí. Los datos del informe de estas dos consultoras no tiene que diferir inicialmente con las cifras del análisis realizado por el FMI. Oliver Wyman y Roland Berger entregarán sus conclusiones a más tardar el día 21, y se espera que la "concreción de las ayudas se anuncie el fin de semana, es decir, el 23 de junio para que el mercado tenga otra vez tiempo de reposar la noticia. Además, sería conveniente y se espera que el Gobierno o el Banco de España cite en ese momento las entidades y las cifras que deberá asumir cada una de estas firmas", reclama un banquero. En principio, y según los primeros cálculos realizados por los expertos tras analizar el informe del FMI, solo Santander y BBVA estarían exentos de pedir capital. Para el resto hay dudas.
"La Caixa puede que tampoco necesite ayudas, pero la fusión con Banca Cívica le puede penalizar más de lo que inicialmente parecía", señalaba ayer un analista. Kutxabank también puede quedar exenta, "pero habría que ver el examen final", insiste otro experto.
La operación de compra de CAM por parte de Banco Sabadell vuelve a ser el salvavidas del grupo catalán. El esquema de protección de activos (EPA) con el que cuenta la firma que preside José Oliu tras la operación de adquisición de la entidad alicantina le permitiría aprobar los test de Oliver Wyman y Roland Berger, explican las mismas fuentes.
"El resto de la banca parece condenada a solicitar ayudas a Bruselas", afirman las mismas fuentes. Pese a ello, Banco Popular cree que podrá pasar el examen vendiendo activos, según volvió a reiterar ayer, aunque su presidente, Ángel Ron, será el primer banquero que dará personalmente su opinión sobre el rescate aprovechando la junta de accionistas que se celebra hoy.
De momento, algunas potenciales operaciones corporativas que estaban analizándose quedan otra vez en el aire. El presidente de BMN, Carlos Egea, se había reunión con su homólogo Ron, para estudiar una posible fusión. Egea también se había vuelto a sentar con el presidente de Unicaja, Braulio Medel, con el mismo motivo. "Seguimos hablando todos con todos", señala una fuente conocedora de estos contactos. Pero los acercamientos han quedado en el aire.
No pasa lo mismo con la subasta de Catalunya Caixa. El 1 de junio, directivos del fondo JC Flowers fueron los primeros en reunirse con altos cargos de Catalunya Caixa para hablar de la posible operación. La semana pasada ha sido el turno de Sabadell y Popular, y esta semana completarán los contactos directivos de Kutxabank, Santander y BBVA. Catalunya Caixa necesita otros 4.500 millones de euros de capital para cumplir con las exigencias de provisiones recogidas en los decretos leyes de saneamiento financiero aprobados por el Gobierno para cubrir el riesgo inmobiliario, según el aún subgobernador del Banco de España y presidente del FROB, Javier Aríztegui. Pese a este nuevo agujero de provisiones, fuentes del sector aseguran que el interés por pujar se ha incrementado. "El hecho de que sea Bruselas la que financie la operación despeja varias dudas y facilita la subasta", declaran.
Los pujantes esperan que el FROB -al final el que se hará cargo de canalizar la financiación de Europa- tendrá que asumir más de 5.000 millones para capitalizar a la entidad catalana. Además, tras los últimos análisis los activos problemáticos de la firma se elevan a 23.000 millones, que previsiblemente quedarán cubiertos con un EPA en el que el 80% lo cubran las ayudas públicas y el 20% restante, la firma que se lo adjudique. Es el esquema de CAM.
La petición de financiación europea no solo implicará el pago de unos intereses, aunque bajos, sino nuevos ajustes sectoriales. Las entidades que soliciten ayudan deberán cerrar oficinas, reducir plantilla y vender activos. "Es una pena, pero son las consecuencias de todos los despropósitos que se han producido en el sector a lo largo de los últimos cuatro años. España se va a convertir en el gran bazar de todo a cien de los fondos buitres", señala un destacado banquero.
Los primeros cálculos del sector apuntan al cierre de 13.000 nuevas oficinas y de otro ajuste de plantilla de 35.000 empleados. La gran banca valora positivamente el acuerdo tomado el sábado por el Eurogrupo. El resto oficialmente declara lo mismo, pero en petit comité la opinión cambia.
En general, las entidades afirman que no entienden cómo se ha llegado a esta situación, y culpan de ello a los políticos tanto del Gobierno de Zapatero como del actual. Consideran que las decisiones y vaivenes del ministro de Economía, Luis de Guindos, han terminado por poner en evidencia al sector y aumentar la desconfianza del mercado hacia el sistema financiero español.
En privado varios directivos critican sus medidas y declaraciones, y así se lo han transmitido a Mariano Rajoy. "No sería extraño que Guindos no terminara su mandato. Habrá que ver qué pasa después del verano", coinciden dos importantes ejecutivos banqueros.