El Gobierno recupera el consenso en el Banco de España con Linde al frente
Luis María Linde, ex director general del Banco de España, será hoy nombrado por el Ejecutivo gobernador en sustitución de Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Su elección ha contado con el apoyo de todos los grupos políticos y ha permitido devolver el consenso tan necesario en esta institución y roto en 2006, aunque faltan algunos detalles. De esta forma, el PSOE propone a Soledad Núñez como subgobernadora.
Despejada la gran incógnita. Desde que Miguel Ángel Fernández Ordóñez anunciara la semana pasada que abandonaba su cargo un mes antes de que finalizara su mandato, las quinielas sobre quién iba a sucederle se dispararon, pero en todas figuraba Linde como favorito tras su nombramiento como consejero del Banco de España a finales del mes pasado. La elección de Linde ha contado con el apoyo de los grupos políticos. Su perfil técnico, su larga trayectoria en el Banco de España y su bagaje internacional, donde ha ocupado diversos puestos en instituciones públicas en representación, han sido decisivos, según todas las fuentes consultadas, para que los grupos apoyen su nombramiento.
El Gobierno necesitaba un gobernador que contara con experiencia internacional y fuera conocido por el BCE y Bruselas, y Linde cumple estos requisitos, recuerdan fuentes del sector. El portavoz del PP en la Comisión de Economía del Congreso, Vicente Martínez-Pujalte, pidió al aún futuro gobernador (se le nombra hoy en Consejo de Ministros) que defienda los intereses de España en el exterior porque "hoy más que nunca necesitamos una persona que lo haga".
Pero no fue la única alusión a esta necesidad. Casi todos los asistentes ayer a la Comisión de Economía del Congreso, en la que el ministro de Economía, Luis de Guindos, defendía la candidatura, compartían esta idea de algún modo.
También ha influido, según apuntan otras fuentes políticas, su desvinculación política con el PP. De hecho, todas las fuentes consultadas apuntan que si hay que definirle políticamente se acerca más a las teorías socialistas, aunque sin significarse. De ahí que, desde que se conoció su candidatura, el PSOE accediera a apoyarle y a buscar el consenso con el Ejecutivo roto en 2006 tras el nombramiento de Ordóñez como gobernador.
Otro punto que ha inclinado la balanza a favor de la designación de Linde por consenso es la necesidad de devolver la credibilidad al Banco de España, deteriorada en los últimos meses, "y nada mejor que presentar ante la opinión pública y las instituciones europeas una unidad en la elección del gobernador", explica un destacado ejecutivo financiero. No en vano, todo el sector llevaba tiempo reclamando el consenso roto en 2006, y ahora, a falta de algún fleco, según fuentes de Economía, se ha recuperado.
Este pacto se plasmará en el nombramiento de Soledad Núñez como subgobernadora, a petición del Grupo Socialista, en sustitución de Javier Aríztegui, según fuentes del PSOE. Estas fuentes aseguraron que nada más finalizar la comparecencia de Guindos en el Congreso el ministro le comunicó al portavoz del PSOE, Valeriano Gómez, "por mí no hay inconveniente" en relación a la candidatura de Núñez. Economía, mientras, aseguró "que no está cerrada" la negociación con los socialistas para el nombramiento de Núñez como subgobernadora.
La experiencia de Linde ha pesado más que el hecho de tener 67 años, con lo que solo podrá estar al frente del cargo hasta 2015, solo tres de los seis años de mandato. La forma en la que el Gobierno ha gestionado el nombramiento del nuevo gobernador ha sorprendido al sector, a analistas y expertos. "Hubiera sido conveniente que el nombre se hubiera conocido con más tiempo, no solo unas horas antes de su nombramiento. El factor sorpresa no siempre es efectivo", aseguraba ayer un alto directivo.
Linde era el primer candidato de Guindos. Y tuvo que defender su elección ante Mariano Rajoy, quien tenía la última palabra, además de tener otros dos candidatos en cartera: Fernando Bécker, expresidente del ICO, y José Manuel González-Páramo, exconsejero del BCE, y que contaba con el apoyo de esta institución.
Una de las tareas prioritarias del gobernador, y que los grupos políticos y la banca apuntaron ayer, es devolver la moral a la institución, deteriorada aún más con la contratación de auditorías externas para evaluar la salud de la banca. Esta medida es "incomprensible", criticó el portavoz económico del PSOE en el Congreso, Valeriano Gómez. Guindos defendió la medida. "No supone el más mínimo menoscabo de la profesionalidad de los inspectores del Banco de España", dijo, y aprovechó para pedir a los grupos parlamentarios "aunar esfuerzos" porque la situación es extremadamente delicada y sensible.