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Rechaza el rescate de España

Botín defiende la aportación europea de 40.000 millones para bancos en crisis

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, considera que los problemas del sector financiero español quedarán resueltos si la UE acuerda que algún instrumento europeo aporte unos 40.000 millones de euros para Bankia, Catalunya Caixa, Novacaixa Galicia y Banco de Valencia.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, saluda a Emilio Botín (presidente de Santander), en presencia de César Alierta (presidente de Telefónica), Ignacio Sánchez Galán (presidente de Iberdrola) y Antonio Brufau (presidente de Repsol)
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, saluda a Emilio Botín (presidente de Santander), en presencia de César Alierta (presidente de Telefónica), Ignacio Sánchez Galán (presidente de Iberdrola) y Antonio Brufau (presidente de Repsol)

En declaraciones a Efe en Brasilia, el presidente de Santander, Emilio Botín, quien forma parte de la delegación empresarial que acompaña al rey de España en su visita a Brasil, expresó su rechazo tajante a cualquier tipo de intervención o "rescate", que sería "malo para España", y defendió la búsqueda de una fórmula que permita a algún organismo o mecanismo de estabilidad europeo aportar dinero a los bancos en dificultades.

En este contexto, el presidente del Santander precisó que harían falta unos 40.000 millones en conjunto y se trataría de repartir este volumen entre Bankia, Catalunya Caixa -que iba a salir a subasta, pero en las actuales condiciones no lo hará-, Novacaixa Galicia y el Banco de Valencia.

"Y no hace falta más", recalcó Botín, quien consideró "un acierto" la fórmula elegida por el Gobierno de Mariano Rajoy para resolver la crisis de Bankia, un problema que era "excepcional" y a su juicio ha quedado resuelto "de una vez por todas", gracias a una solución "excepcional".

Botín se mostró seguro de que el Estado "acabará ganando dinero" con la fórmula elegida para Bankia y "será un negocio rentable para el Gobierno", al tiempo que elogió al Ejecutivo de Rajoy por adoptar unas medidas económicas "importantes y muy incómodas", pero que son "adecuadas en todos los órdenes, también en el financiero".

Más inversión en Brasil

En el marco de la visita empresarial a Brasil, Botín ha subrayado que ese país la prioridad número uno en el mundo para su grupo, que obtiene un 30 por ciento de sus beneficios globales en el mercado brasileño, y abrirá nuevas oficinas en este país. Ha dicho que el Santander "está encantado" con su negocio en este país y continuará invirtiendo en él para acompañarle en su desarrollo.

El Santander ha invertido hasta ahora 27.000 millones de dólares (21.611 millones de euros) en Brasil, un mercado en el que el volumen global del conjunto de inversión española se sitúa en torno a 85.000 millones (68.34 millones de euros).

Tras elogiar al rey por su "labor fantástica" de apoyo a las empresas españolas en Iberoamérica, Botín advirtió de que "quien no está en Brasil, no está en Latinoamérica" y añadió que "para España es muy importante que Brasil vaya bien".

El presidente del Santander es muy optimista sobre el futuro de Brasil, país que en su opinión será la quinta potencia económica mundial en dos o tres años, y, además de su estabilidad económica y la seguridad jurídica que ofrece, ensalzó su "sólido marco institucional" y su sistema financiero moderno y bien regulado, con un banco central realmente independiente.

También valoró su tejido empresarial "potente e innovador" y el progreso social conseguido en Brasil, que, "bajo el liderazgo de Dilma Rousseff, continuará en el camino del crecimiento económico y la distribución de riqueza".

Preguntado sobre el futuro de la filial Banesto en España, Botín afirmó tajante que no fusionará esta entidad con el Santander, ni la venderá, ni la reducirá de tamaño.

Por su parte, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha afirmado que la recuperación económica pasa por "una acción coordinada y solidaria entre los grandes actores de la economía mundial" y ha citado específicamente la necesidad de que "los propios países de Europa" adopten medidas conjuntas con las que superar la actual crisis financiera.

Rousseff ha dicho confiar en las medidas adoptadas por el Gobierno español durante los últimos meses, pero ha insistido en retomar la senda del crecimiento con acciones "que no pueden depender solo de las medidas aprobadas en los países emergentes". Ha hecho hincapié en la necesidad de una "acción coordinada", algo que Brasil trasladará a los países del G-20 de cara a futuros encuentros. La mandataria ha dicho que en este tipo de foros deben discutirse la forma de combinar "crecimiento económico" con "esfuerzos macroeconómicos para la estabilidad".

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