Europa acelera la búsqueda de una solución para la banca española
Fin de semana de mensajes, recados y los correspondientes desmentidos en Europa. España niega ayer haber recibido presiones de Alemania para acudir al fondo de rescate con el fin de sanear su sector financiero. Pero tras el aluvión de declaraciones subyace la búsqueda acelerada en Europa de una solución para la banca española y, por ende, de toda la Unión.
El 30 de mayo se celebró una reunión en Berlín entre el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble y su homólogo español, Luis de Guindos, que se saldó por parte de ambos Ejecutivos con escuetos comunicados. Sin embargo, el encuentro no parecía meramente rutinario a tenor de lo que estaba pasando en los mercados. Las Bolsas continuaban registrando cuantiosas pérdidas y las primas de riesgo de España o Italia y Francia, en menor medida, proseguían su escalada. No conviene olvidar que en el caso español el bono a 10 años cerró la semana por encima del 6,5% de rentabilidad, un nivel insoportable ni siquiera a corto plazo, tal y como reconocen fuentes oficiales.
Aprovechando pues que no había Bolsa, el semanario alemán Der Spiegel avanzó el sábado que Schäuble presionó a Guindos en aquel encuentro para que España acudiese al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) en demanda de una inyección de capital de entre 50.000 y 90.000 millones de euros, según fuentes periodísticas germanas para sanear las entidades financieras con problemas. Se trataría, siempre según la prensa alemana, de evitar con ello que se contagie a otros países del sur de Europa, como Italia e incluso la propia Francia, el clima de desconfianza que continúan mostrando los inversores hacia el euro por los problemas fiscales y financieros que acarrean buena parte de sus economías. Y por las dudas que sigue generando Grecia, a las puertas de otras elecciones generales cruciales. ¿Cómo reaccionó Alemania ante la crónica de Der Spiegel? Como acostumbra, sin confirmarla ni desmentirla, pero, eso sí, añadiendo uno de esos mensajes de "plena confianza" en las reformas emprendidas por el Ejecutivo del PP.
Suavizar el "apocalipsis"
El problema es que España es consciente de que necesita culminar el saneamiento de su sistema financiero, pero solo ve con buenos ojos la posibilidad de que sean las entidades bancarias, y no el Ejecutivo, quienes reclamen la ayuda, una vez cuantificada, al fondo de rescate. Solo de ese modo el país quedaría a salvo del estigma de ser equiparado a Irlanda, Grecia o Portugal, ya que sería su sector financiero, y no el país, el rescatado.
Alemania rechaza esa posibilidad de que los bancos puedan recibir directamente los fondos sin pasar por los Estados, una fórmula por la que sí abogan la Comisión, el FMI y países ajenos al euro, pero muy influyentes como EE UU. No obstante, Alemania es consciente, y así parece reflejarlo en sus ultimos mensajes, que deberá relajar su postura si no quiere que la división de la Unión se enquiste. Fuentes cercanas a la Comisión subrayan que esta oleada de mensajes demuestra que se está trabajando en una medida específica que resuelva los dos objetivos: sanear la banca y convencer a los inversores de que España no ha sido intervenida.
Entretanto, Madrid insiste en mantener una aparente calma. Mariano Rajoy aseguró que España no está "al borde del precipicio", y saldrá de la "tormenta" con su esfuerzo y el apoyo de la UE. Y el portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, José María Beneyto, dijo ayer que una hipotética intervención es un escenario que "no hay que excluir" y no sería el "apocalipsis".
El Tesoro emite con la prima de riesgo sobre los 500 puntos
España reanuda esta semana las emisiones de deuda pública, tras 15 días sin enfrentarse al mercado, con una subasta trascendental en la que el mínimo repunte en la rentabilidad abrirá de nuevo las especulaciones sobre el rescate del sector financiero y las posibilpoidades del Estado de soportarlo.La prima de riesgo de España alcanzó la pasada semana máximos desde la creación del euro al situarse en 547 puntos básicos, y se encuentra cada vez más cerca de los niveles a partir de los cuales los rescates de Irlanda, Portugal y Grecia fueron inevitables.El Tesoro Público colocará el jueves nuevos tramos de emisiones antiguas de bonos a tres y cinco años y de obligaciones a 10 años.En concreto, emitirá bonos a tres años con cupón del 3,3% y vencimiento el 31 de octubre de 2014; bonos a cinco años con un cupón del 4,25% y vencimiento el 31 de octubre de 2016, y obligaciones a 10 años con cupón del 5,85% y vencimiento en enero de 2022.Hasta ahora, y pese a que en las últimas subastas el interés que ha tenido que pagar España no ha dejado de crecer, la reacción de los mercados ha sido buena, con sobredemanda en casi todas las colocaciones.El Tesoro ha anticipado buena parte de las emisiones de este ejercicio y dispone de un colchón de 44.000 millones de euros depositados en el Banco de España. Sin embargo, en lo que queda de ejercicio aún debe atender el vencimiento de unos 80.000 millones de euros adicionales de deuda.
Relevos importantes
El Ejecutivo español impulsará la candidatura de Belén Romana a la presidencia del Mecanismo de Estabilidad, un organismo que resultará clave en la resolución de la grave crisis que azota el euro. La decisión se adoptará en pocas semanas, ya que está previsto que en julio esta institución asuma el papel actual del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Contará con una capacidad de préstamo combinada de 500.000 millones. Otros relevos que deben abordarse son la presidencia del Eurogrupo o el sillón que ocupaba en el BCE el español José Manuel González-Páramo.