La inquietud se atrinchera en los despachos de la gran banca
Los ejecutivos critican al Gobierno por haber puesto al sector al pie de los caballos.
Circula un chiste en la banca que revela el estado de ánimo del sector: "-¿Tienes ya instalado el real decreto Guindows 2.0?-; -Sí, claro-; -Pues vete actualizándolo porque ya se ha quedado obsoleto-". Esa sensación de precariedad, de que los acontecimientos están sobrepasando tanto al Gobierno como al resto de agentes financieros, está ampliamente extendida en círculos financieros.
Cuando bancos y cajas todavía estaban echando cuentas de cómo cumplirían con el real decreto de febrero (que imponía unos saneamientos por 54.000 millones de euros), el Ministerio de Economía anunció que aprobaría una normativa adicional que elevaba la factura en otros 28.000 millones de euros. Cuando las entidades calculaban cómo cumplir con la nueva norma, Bankia tuvo que ser nacionalizada. Y cuando parecía que la situación de Bankia empezaba a enderezarse, con el compromiso del Estado de desembolsar 19.000 millones de euros, la prima de riesgo se ha disparado y el fantasma del rescate aparecer con fuerza.
La incapacidad del Gobierno para atajar la desconfianza que pesa sobre la economía española ha provocado que todos los focos internacionales se concentren en las debilidades de la banca nacional. "Ya da igual que seas grande o pequeño, que tengas o no negocio fuera... en el mercado crece la sensación de que Europa o el FMI va a tener que rescatar al conjunto del sector bancario español", explican desde una gran entidad.
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, se pronunciaba en este sentido el viernes por la mañana, al asegurar que, a medida que las necesidades de recapitalización para sanear la banca española son "más y más elevadas", "no va a quedar más remedio" que acudir al fondo de rescate europeo.
El anuncio realizado por el Ministro de Economía, Luis de Guindos, de que el Estado respaldaría a Bankia "con todo el capital que hiciera falta", lejos de despejar dudas, ha sembrado más incertidumbre, por la dificultad que supone para el Tesoro o el FROB emitir con la prima de riesgo por encima de los 500 puntos.
Ante las dificultades para que el Estado pueda captar dinero con el que financiar el rescate de Bankia, y la negativa del BCE para aportar directamente liquidez a la entidad (a cambio de descontar deuda emitida por el Tesoro o el FROB), las alternativas se van reduciendo. Nicolás Fernández, director de análisis de Banco Sabadell asegura que "parece muy complicado que la reestructuración bancaria puede llevarse a cabo sin ayuda exterior".
Las alternativas para el rescate del sector bancario español -que el Gobierno y los organismos internacionales siguen descartando, a pesar de que analistas y mercados lo dan ya por seguro- son dos, según el análisis de Nicolás Fernández: recapitalización directa a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad, a lo que Alemania se sigue oponiendo y que requiere de aprobación en los parlamentos europeos o, recapitalización indirecta desde el MEDE pasando por el Tesoro español.
Sea cual sea la vía escogida, si es que finalmente hay recurrir a esta ayuda exterior, lo que parece evidente es la inevitable pérdida de soberanía. "La sensación que tenemos es que el Gobierno ya no tiene ninguna capacidad de maniobra, que todas las decisiones vienen impuestas desde Bruselas, y que la capacidad de influencia de España en la instituciones comunitarias es mínima", explican desde un banco mediano.
Aunque en público los banqueros no critican abiertamente al Gobierno, en privado se muestran muy descontentos de cómo está gestionando la reforma del sector. "El Ejecutivo está yendo por detrás de los problemas, en lugar de ir por delante", relata el consejero delegado de un banco. "æscaron;nicamente con el asunto Bankia ha conseguido sorprender, aunque es un trago amargo y no se ha llegado a concretar cómo se va a financiar".
Las consecuencias que tendría la solicitud de financiación exterior para sanear la banca son difíciles de calibrar. La consejera delegada de Bankinter, Soledad Dancausa, pedía el viernes "no estigmatizar" esta alternativa, mientras que desde los grandes bancos se empieza a analizar cómo afectaría a la labor supervisora del Banco de España, que ahora atraviesa el momento de mayor descrédito de su historia. "Si Europa pone el dinero, está claro que querrán tener la capacidad de supervisión del sector".
Caja Madrid lamenta que sea el Tesoro quien pague el rescate de Bankia
El viernes se hizo pública la versión interna que maneja Caja Madrid, el socio de referencia del grupo Bankia, para explicar la nacionalización del grupo. El expresidente de la entidad, Rodrigo Rato, encargó una nota técnica para explicar al consejo de Caja Madrid los acontecimientos ocurridos en las últimas semanas. En la nota se apunta que la inyección de capital público es "magnífica para Bankia y para su nuevo equipo gestor" aunque lamenta que se tenga que hacerse con cargo al Tesoro público. El texto, distribuido el miércoles en el consejo de administración que celebró Caja Madrid (donde Rodrigo Rato sigue siendo presidente), explica que las pérdidas millonarias que han aflorado en 2011 (más de 3.000 millones de euros, frente a los 300 millones inicialmente apuntados) se deben al cambio de la regulación en provisiones. "Se trata de provisiones contables, y no de pérdidas reales", explica. Respecto a la decisión del Gobierno de forzar la salida de Rato y provocar que Bankia solicitara una cantidad histórica de fondos públicos, la nota advierte que "desgraciadamente ello se hace con cargo al Tesoro Público" y que la decisión podría "provocar unas consecuencias muy negativas para el resto del sector financiero, que va a tener unos porcentajes de cobertura muy inferiores".