¿España o Chipre? Otro país al borde del rescate
La carrera por convertirse en el cuarto país rescatado de la zona euro está más apretada de lo que parece. Los informes de la Comisión Europea publicados esta semana indican que puede haber foto-finish. De momento, va en cabeza...
... un país que, según Bruselas, "experimentó un prolongado boom de la economía en coincidencia con la adopción del euro (...) lo cual se reflejó en un rápido incremento en los precios del sector inmobiliario, del endeudamiento privado y de los ratios de apalancamiento".
Durante más de una década, prosigue el informe publicado el miércoles por la CE, "la economía de ese país se caracterizó por un persistente déficit por cuenta corriente". La principal fuente de financiación de ese déficit fue la inversión extranjera, "aunque ese flujo no está garantizado en el futuro".
El festín ha dejado al país con la tasa más alta de endeudamiento de los hogares en la zona euro (en relación con el PIB) y una de las más altas de Europa en deuda de las empresas. El 75% de los préstamos de los particulares son hipotecarios, pues la vivienda en propiedad es una de las características del país (75% de la población la tiene).
La productividad del principal candidato al fondo de rescate aumentó ligeramente en los últimos años, pero los costes laborales crecieron mucho más rápido, según la CE. Y su competitividad internacional, salvo en el sector servicios, no es demasiado elevada. Sus principales exportaciones son en el sector farmacéutico y la fabricación de semiconductores. La crisis, además, hizo resentirse el turismo, que aporta al país el 10% de su PIB y el 20% del empleo.
Con todos estos datos, podría haber dudas sobre el nombre del país en peligro de seguir los pasos de Grecia, Irlanda y Portugal. Pero el resto del informe puede aclarar la identidad.
Se trata de un país que permitió crecer al sector financiero hasta alcanzar un volumen equivalente a más del 800% del PIB nacional. Un país cuyo sector inmobiliario acusa un grave problema con los títulos de propiedad, que se tardan hasta 12 años en expedir y donde más de 120.000 viviendas carecen de ellos (en gran parte, aunque el informe de la CE no lo menciona, por un problema territorial con un país vecino). Y donde las entidades financieras, y esta parece que será la puntilla definitiva, llegaron a acumular una exposición en el mercado griego (bonos y préstamos) equivalente al 175% del PIB nacional.
De modo, que el cuarto rescate irá con toda probabilidad a un país llamado Chipre, que ya el año pasado pidió socorro a Rusia, curiosamente, que le hizo un préstamo de 2.500 millones de euros (al 4,5% de interés con madurez en 2016).
Pero eso no impide que haya un quinto rescate. Y los informes del miércoles dan algunos datos preocupantes sobre España. El tamaño de su sector financiero (337% del PIB) supera en términos proporcionales al de Alemania, la mayor economía de Europa. El endeudamiento privado (171% del PIB, también). Y, por último, el informe regala un dato significativo: la banca española está mucho más expuesta que la alemana en los países rescatados (6,1% del PIB frente al 5,4%). Al comienzo de la crisis, en 2008, la exposición de las entidades alemanas era el doble (10,5%).
Imagen (tomada de la web de la CE): una plaza de Nicosia, capital de Chipre.