Olivas recuerda que Bancaja fue objeto de auditorías por parte del Banco de España
El hasta ahora presidente de Bancaja, José Luis Olivas, ha recordado durante su intervención en el consejo de administración en el que ha presentado su dimisión que la entidad, además de que "fue invitada" en mayo de 2010 a participar de un SIP, ha sido objeto de varias auditorías tanto por el Banco de España como por empresas externas.
Olivas, que ha dicho que presenta su dimisión de los cargos que hasta este momento ostentaba como presidente de Bancaja y, por tanto de la Fundación Bancaja, ha afirmado que es consciente de que durante estos ocho años "han ocurrido cosas difíciles de explicar y de entender en este momento".
Ha añadido que no hay que olvidar "que hemos pasado en España y en la Comunidad Valenciana de una larga época de gran crecimiento económico, a otra en la que nos encontramos ahora y en la que estamos sufriendo la crisis económica más grave, probablemente desde los años cuarenta".
El vicepresidente primero, Antonio Tirado, ha sido elegido por el consejo de administración para asumir la presidencia en funciones.
José Luis Olivas permanecía como presidente de Bancaja, a pesar de que había renunciado hace meses a sus cargos como vicepresidente de Banco Financiero y de Ahorros (BFA, la alianza financiera a la que pertenece la caja valenciana, junto con Caja Madrid y otras cinco pequeñas cajas), y como vicepresidente de Bankia (la filial cotizada del grupo).
El distanciamiento de Olivas con el resto de socios de BFA-Bankia se inició con los problemas de Banco de Valencia (filial de Bancaja, y posteriormente del nuevo grupo), donde Olivas también ocupó la presidencia durante muchos años. Pocos meses antes de que el Banco de España interviniera la entidad, Olivas dejó el cargo. Sus socios, empezaron entonces a acusar a Bancaja de haber inflado la valoración de Banco de Valencia para ganar peso en el grupo.
El proyecto para crear una gran caja de ahorros con fuerte presencia en toda España terminó de hacer aguas hace 10 días, cuando BFA tuvo que solicitar su nacionalización y su presidente, Rodrigo Rato, fue sustituido por José Ignacio Goirigolzarri. Rato aún sigue siendo presidente de Caja Madrid, pero fuentes del sector esperan que presente su renuncia en las próximas semanas.