Experiencia ante tiempos difíciles
En tiempos complicados, la experiencia es mejor que el experimento. Este parece haber sido el principio de François Hollande al elegir su equipo. El nuevo presidente francés ha puesto a la cabeza de los ministerios económicos a políticos expertos y moderados, y a asesores sensatos para ayudarle en el palacio del Elíseo. Los compañeros de la eurozona y los mercados deberían tomar esto como un signo de que no tendrán que preocuparse a corto plazo. La pregunta es si el nuevo Gobierno aceptará emprender unas reformas de las que Hollande nunca ha hablado.
El nuevo ministro francés de Economía y Finanzas es Pierre Moscovici, secretario de Estado a finales de los 90 y antiguo aliado de Dominique Strauss-Kahn. Moscovici ha seguido la línea de Hollande en austeridad y crecimiento, pero sus fuertes credenciales europeístas pueden favorecer un compromiso en lugar de un enfrentamiento en las negociaciones europeas. El responsable del Ministerio de Presupuesto es Jérôme Cahuzac, hasta ahora al frente de la comisión de finanzas de la Asamblea. Debe velar porque a cualquier gasto adicional le acompañen nuevos recortes o nuevos ingresos. El Gobierno de Hollande es paritario, como prometió durante la campaña. También lo es políticamente, gracias a un deseo obsesivo de satisfacer todas las alas del socialismo francés. Pero los defensores del proteccionismo o los autoproclamados adversarios de la globalización solo han conseguido ministerios simbólicos. Y la elección del exbanquero de Rothschild como secretario general del Elíseo y cabeza del equipo de asesores económicos no es el mayor presagio de que una gran amenaza roja se cierna sobre París.
Pero no basta con no cometer errores. La economía francesa tiene la necesidad de impulsar su competitividad y Hollande no ha dado la impresión de que haya captado el problema. La esperanza es que los líderes que ha puesto a cargo de la economía se darán cuenta de lo que hay que hacer. Nada como gobernar para entender lo que está mal.
Por Pierre Briançon