La reforma trastoca el tablero de fusiones de las cajas medianas
BMN y Liberbank admiten que solas sufrirán déficit de capital
Las cajas medianas, BMN, Liberbank, Ibercaja y Unicaja, prometen ser el grupo de entidades más alborotado por los nuevos saneamientos exigidos en la última reforma financiera. La factura de las provisiones adicionales no solo tendrá mayor impacto en sus cuentas -algunas de ellas ya han admitido que les supondrá un déficit de capital-, sino que amenaza con reordenar el tablero de fusiones al que Economía les ha empujado y que ellas mismas empezaban a clarificar. La operación que más avanzada estaba, un proyecto matrimonial entre BMN y Liberbank, ha quedado en suspenso al revelarse que son las dos entidades más débiles del cuarteto, lo que podría empujarlas a emparejarse con las dos más fuertes. Con este panorama y ante los temores a que una mala jugada de a luz a un nuevo gigante con los pies de barro, al estilo de la recién nacionalizada Bankia, Economía decidió retrasar la reunión que tenía prevista ayer para inducir a los cuatro presidentes a unirse en uno o dos grandes grupos.
Los cálculos del impacto de la reforma publicados durante el día así lo aconsejaban. BMN hacía público por la mañana que elevar la provisión del crédito sano le supondrá una factura adicional de 640 millones netos de impuestos. Horas después, presionada por la CNMV, la entidad que preside Carlos Egea admitía que el cumplimiento situaría el capital principal a 0,54 puntos por debajo del 8% que deben mantener. La entidad, que generó 81 millones de beneficios en 2011 tras provisionar 890 millones, prevé reducir el golpe mediante la "generación interna de capital, la optimización de los activos ponderados por riesgo, la emisión de títulos computables como capital principal y, en última instancia y hasta la cuantía necesaria, la emisión de títulos convertibles". Desde BMN aseveran que, en la medida de lo posible, tratarán no recurrir a las ayudas del FROB y que, en todo caso, su estrategia pasa por fusionarse con otra entidad lo que, para empezar, alarga en 12 meses el plazo para cumplir los saneamientos.
El problema es que la vía más avanzada, su unión con Liberbank y la adquisición del intervenido Banco de Valencia, ha quedado en duda por la debilidad de sus cuentas y las de la entidad asturiana. Liberbank informó ayer de que las nuevas provisiones le suponen un impacto de 496 millones netos. Aunque la nota no lo especifica, fuentes de la entidad admiten que el golpe "previsiblemente" también les generará déficit de capital. El banco que preside Manuel Menéndez ganó 308 millones en 2011.
En este escenario cobra algo más de fuerza Ibercaja, con la que las dos entidades citadas han mantenido también conversaciones para estudiar una operación a dos bandas o una eventual unión a tres. El grupo que preside Amado Franco, que a diferencia de los anteriores siempre ha defendido que preferiría seguir en solitario, tendrá que afrontar 432 millones netos por las nuevas provisiones. La reciente adquisición de Caja3 eleva este coste en 265 millones netos más, si bien le permitiría también culminar sus saneamientos en dos años. Desde la entidad, que en 2011 ganó 57 millones de euros tras sanear 212 millones, recuerdan, además, que Ibercaja mantiene su cartera intacta y que siempre podría vender algunos de sus activos para hacer frente a la reforma.
La última entidad en discordia es, sin duda, la más solvente del grupo. Unicaja deberá reunir 281 millones netos para dotar su crédito sano al ladrillo. La cifra asciende a 888 millones tendiendo en cuenta también a Banco Ceis (Caja España Duero) aunque el impacto "quedará cubierto dentro del plan de integración entre ambas entidades", que incluye un paquete de hasta 1.000 millones en ayudas públicas, y que permitiría a la entidad mantener el coeficiente de capital por encima del 10%. Una posición de extrema fortaleza para el grupo de Braulio Medel con la que Economía podría tratar de jugar para sustentar a una o varias de las cajas más débiles. "Las desavenencias con la dirección de Unicaja", revelan fuentes de las otras firmas, ya habían dado al traste con cualquier intento de fusión. Ahora, sin embargo, los cuatro presidentes deberán volver a replantear sus estrategias en un nuevo escenario.
Fitch prevé uniones
La agencia de calificación de riesgo Fitch apuntaba ayer que las nuevas provisiones que reclama el Gobierno -un impacto adicional de 28.000 millones sobre los 54.000 de febrero- forzará a "una mayor consolidación" en la banca española, sobre todo entre pequeñas y medianas entidades.
Banco de Valencia demandará a Olivas
La junta general de accionistas de Banco de Valencia aprobó ayer ejercer una acción social de responsabilidad contra antiguos gestores de la entidad, en concreto, contra el expresidente José Luis Olivas y Bancaja -a la que representaba en el consejo-; contra el ex consejero delegado Domingo Parra y también contra Aurelio Izquierdo, como exconsejero delegado y expresidente.De este modo, la sociedad -Banco de Valencia- promoverá ante los tribunales una acción civil contra los administradores con la finalidad de resarcir los daños y perjuicios ocasionados por su gestión. De acuerdo con la legislación mercantil, los administradores responden frente a la sociedad del daño que causen por actos u omisiones contrarios a la ley, a los estatutos o por los incumplimientos de los deberes inherentes al desempeño del cargo.José Luis Olivas, que todavía ocupa el cargo de presidente de Bancaja, abandonó la presidencia de Banco de Valencia pocas semanas antes de que la filial fuera intervenida por el Banco de España. Los nuevos administradores, designados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) explicaron ayer que están ultimando un informe detallado sobre el papel de los anteriores gestores, con el objetivo de depurar responsabilidades.En la junta de accionistas de ayer, que se prolongó durante seis horas, también se aprobó la reestructuración de capital propuesta por el FROB, que desembolsó 1.000 millones de euros para sanear las cuentas de la entidad.Los administradores del FROB explicaron que el proceso de subasta de Banco de Valencia está muy avanzado y que el organismo ya ha recibido cinco ofertas no vinculantes para comprar la antigua filial de Bancaja (y más tarde del grupo BFA-Bankia, recientemente nacionalizado).