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Los expertos creen que hay oportunidades en un mercado global

Un mundo con trabajo

"Aquí hay trabajo de sobra. ¡Varios de mis amigos han venido y a los dos días lo han encontrado!". Carlos M. tiene 26 años y un empleo que le encanta en una tienda londinense. Cansado del paro y de un país que no deja de destruir puestos de trabajo, este mallorquín aficionado al fútbol se despidió de España en 2011. Todavía no ha vuelto. "Me animó a venir un amigo", recuerda desde Inglaterra. Llegó y empezó el reparto de currículos. Sin apenas inglés y sin un título universitario. Con ganas, muchas ganas. Y a la tercera entrevista, llegó la vencida: "Entré en la plantilla de Hamleys, una juguetería muy famosa".

Carlos es un número más en una estadística que no deja de crecer. Con una tasa de paro del 24,44%, la mayor de Europa, y un máximo histórico de 5.639.500 desempleados en la última Encuesta de Población Activa, la opción de emigrar gana enteros: ya viven en el extranjero 1,8 millones de españoles, cuando en 2009 había 1,4 millones, según los últimos datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística (INE), que elabora este censo desde hace cuatro años. Otras dos estadísticas confirman la tendencia de España, que de país inmigrante pasa a ser un país de emigrantes: la de población, cada vez más estancada, y la de remesas recibidas desde el exterior.

Tras un crecimiento fortísimo en los últimos años de la década de los noventa, España solo ganó en 2011 22.497 residentes, hasta situarse en 47.212.990 personas, con una caída del número de extranjeros del 0,7%. Y el dinero que los trabajadores que residen en otros países envían hacia España batió su máximo en 2011, al alcanzar 5.702 millones de euros, casi un 6% más, según el Banco de España.

"El mundo demanda españoles", asegura María José Martín, directora de atracción y gestión de talento de Manpower, empresa de trabajo temporal de Estados Unidos con 130 oficinas en España. Pese a que se han perdido alrededor de 50 millones de empleos desde el inicio de la crisis, según un informe de la Organización Mundial del Trabajo, al igual que el resto de expertos consultados para este reportaje, Martín observa oportunidades en un mercado laboral cada vez más globalizado. "La economía no deja de moverse", explica en una conversación telefónica. "Las empresas se extienden y, por eso, necesitan talento. Lo buscan allí donde lo haya y saben que España, con más de cinco millones de parados, tiene una gran cartera de profesionales disponibles".

¿Y dónde hay trabajo?, le preguntamos. "Tanto en empresas internacionales como en multinacionales españolas", asegura la ejecutiva de Manpower. "Los candidatos deben saber idiomas".

Martín explica que el mundo demanda, sobre todo, licenciados y técnicos -el 80% de los parados españoles carece de título universitario-. "Ingenieros, informáticos, enfermeros, profesionales del sector aeronáutico y electromecánico, expertos en tecnologías de la información...", enumera. Más difícil lo tienen los trabajadores sin formación. "El 80% de los que se van fuera tienen titulación universitaria. Al resto le diría que lo tiene muy mal si quiere marcharse y que nunca es tarde para formarse. Les recomendaría que no miren solo páginas de ofertas de España, sino de otros países, sobre todo de la Unión Europea".

"Hay reclutamientos masivos en países europeos para empleos temporales", confirma Pepa Moleón, jefa del servicio de orientación profesional Eures, la red de movilidad profesional de la Unión Europea. "Se piden agricultores para la vendimia francesa, por ejemplo, y desde Alemania se solicitan empaquetadores de octubre a diciembre", informa.

La red Eures conecta a los servicios de empleo de los países del Espacio Económico Europeo (los 27 Estados de la Unión Europea más Islandia, Noruega y Liechtenstein). Es una opción para los españoles que quieran emplear su derecho a la libre circulación y trabajar en la Unión. Moleón recomienda que antes consulten la página web de Eures y que se acerquen a su oficina de empleo más cercana. Allí le pondrán en contacto con un consejero de la red que le informará sobre las ofertas que surgen en los distintos países -no hay datos sobre el número anual que gestiona este servicio-. "Eso sí", concluye la directiva de Eures, "las ofertas suelen ser para empleos cualificados, y el candidato difícilmente encontrará trabajo sin nociones de una lengua extranjera".

Otras migraciones

Tras empujar durante años de la economía, la construcción ha perdido alrededor de 1,5 millones de empleos en España, según datos oficiales. El país que llegó a iniciar 900.000 viviendas en 2006 acumula ahora 800.000 inmuebles sin vender. César Castel, director de operaciones de Adecco Profesional, admite que los albañiles sin títulos que justifiquen su formación también tienen "muy complicado" encontrar un trabajo más allá de la frontera. Los países con grandes construcciones demandan arquitectos e ingenieros, no obreros. "Esa es la gran diferencia con migraciones anteriores (en referencia a las que se produjeron durante todo el siglo XX, hasta finales de los ochenta)", explica el alto cargo de la empresa de trabajo temporal, con oficinas en 60 países. "En situaciones desesperadas, uno puede plantearse pillar la mochila y marcharse, aunque es casi inútil sin formación".

Castel señala que países europeos como República Checa y Polonia y africanos como Senegal y Argelia viven "unos años de gran desarrollo de sus infraestructuras públicas". Carreteras, aeropuertos, edificios... "Eso da oportunidades profesionales a los parados de la construcción: al ingeniero, al arquitecto, al oficial, al encofrador...". ¿Por qué no al albañil? La respuesta es sencilla: "Ya los tienen en casa".

Como el resto de los expertos consultados, Castel defiende que emigrar no es la respuesta a todos los problemas pese a que la televisión se empeñe en lo contrario. "Desde Adecco no recomendamos a todo el mundo que se marche. Eso de llegar y triunfar no es habitual", explica. Primero hay que superar las fronteras, los visados, los permisos de trabajo. Luego, conseguir un empleo en tiempos de crisis. "En todos los países abunda la destrucción de puestos de trabajo. El que se va tiene que competir con el local en formación o experiencia. No es nada fácil".

Universitarios

Marie Anne Reynell, coordinadora del área internacional de la Fundación Empresa de la Universidad de Navarra, recibe "todos los días" en su despacho a estudiantes que quieren dejar España, algo que antes era solo para "aventureros", recuerda. Reynell les asesora, les explica las ofertas disponibles y les recomienda los mejores destinos. "Y les digo: 'Muy bien, es buena idea eso de marcharse, pero que sepas que es muy duro. Los primeros días lo pasarás mal. Tendrás que buscar otro empleo para las noches porque es carísimo vivir en Londres o en París. Y no sabes cómo de intenso es el ritmo de trabajo en Nueva York".

El número de solicitudes de becas que llegan a su departamento para emplearse en el extranjero se ha triplicado. Reynell recibe ofertas de trabajo para becarios de empresas de Chile, Perú, Malasia, Indonesia, Catar, Sudán, Uganda, Polonia, Rumanía... Miles de jóvenes, hasta 300.000 según algunas fuentes, han salido de España en los últimos años. "Es duro, sí", concluye la coordinadora de la Fundación Empresa de la Universidad de Navarra; "pero si se van, volverán con más habilidades, aprenderán a trabajar, a ser flexibles, a ser tolerantes... Y no solo porque habrán mejorado su inglés".

No tan idílico como en la televisión

Los programas de televisión que muestran la vida de españoles en el extranjero dan una imagen deformada de la realidad. Así lo señalan desde las empresas de trabajo temporal Adecco y Manpower. "Nadie debe pensar que por el mero hecho de ser español será apreciado y recibirá ofertas de trabajo", dice César Castel, director de operaciones de Adecco Profesional.María José Martín, directora de atracción y gestión de talento de Manpower, observa que estos programas "venden" solo la "imagen del que tiene éxito". "No todo el mundo se adapta. Algunos piden regresar. Por eso les recomendamos mesura ante una oferta del extranjero. Hay que leer las condiciones, ver la remuneración, tener en cuenta el nivel de vida del país...", explica.Marie Anne Reynell, coordinadora del área internacional de la Fundación Empresa de la Universidad de Navarra, pide a los que quieran emigrar que tengan en cuenta que "por el gran éxodo de españoles" países como Brasil han endurecido los requisitos de entrada. "La crisis mundial es un gran enemigo de la emigración", señala esta experta. De ahí que recomiende que los que se marchan planifiquen su salida, se informen de los tipos de visados que necesitarán y completen los trámites burocráticos antes de salir.

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