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Lo de hoy puede ser solo la primera ronda

En créditos al ladrillo el Gobierno establece muevas provisiones, que sumarán 28.000 millones. Las entidades que no tengan dinero podrán recibir ayudas públicas, que el Gobierno calcula en 15.000 millones como máximo. Eso, para el crédito inmobiliario teóricamente sano, unos 123.000 millones de euros.

Esta medida aborda una parte del problema, es decir, los créditos al ladrillo teóricamente sanos pero que han servido para ocultar morosidad: bancos que, ante un promotor con problemas, optaban por prolongar sus créditos para no tener más impagos ni acumular más promociones. Asimismo, los bancos blindan su cartera crediticia ante las inclemencias de la crisis.

Pero no se ataca otra parte, es decir, el posible desfase entre el valor contable de los activos inmobiliarios y su valor real que comentábamos esta mañana. Pero sí se crea una suerte de banco malo.

Todos los inmuebles adjudicados que están en el balance de los bancos quedan separados en un vehículo especial, al precio que tengan actualmente en libros. Es decir, no se exigen nuevas provisiones a estos activos. Eso sí, estarán sometidos a una valoración independiente que se hace, según ha dicho Guindos, a título informativo “para aumentar la transparencia”.

Esta segunda parte es la que rechina: ¿No más provisiones? ¿Una auditoría sin efectos normativos? ¿Por qué todos los bancos tienen que crear estos vehículos especiales? Entonces, ¿qué pasaría si esta valoración independiente determina que el valor real de los activos inmobiliarios es inferior al valor contable de éstos…?

Bruselas ha exigido esta valoración independiente de los activos inmobiliarios, y el lunes hay un Eurogrupo en el que se hablará de España. Sería un tanto raro que si dicha auditoría encargada por Bruselas detecta un desfase patrimonial, éste no se corrija. Luego no sería descartable que, una vez hecha la auditoría, la banca tenga que ajustar el valor contable de estos vehículos y, en consecuencia, inyectar más capital en ellos.

Según esta hipótesis imaginaria, si no se pueden recapitalizar por sí mismos, estos vehículos inmobiliarios necesitarían más ayudas públicas. No sabemos si de España o procedente de Europa. Todo esto es pura especulación al hilo del extraño consejo de ministros de hoy; no tengo información al respecto. Pero mi sospecha es que hoy hemos visto la primera mitad de esta reforma financiera, y que habrá más ajustes de valoración, más recapitalizaciones y más ayudas. Esperemos que funcione; yo creo que son medidas que no por llegar tarde son menos necesarias. Ahora, tampoco pasaría nada si el ministro no tratase de idiotas a los españoles diciendo que las ayudas públicas no son ayudas públicas.

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