Economía fuerza la salida de Rato y planea inyectar 7.000 millones en Bankia
Rodrigo Rato deja el timón de Bankia. El presidente ejecutivo presentó ayer su renuncia tras varias semanas de pugna con Economía a cuenta de la viabilidad de la entidad y anunció el nombre de su sustituto, José Ignacio Goirigolzarri, el ex número dos de BBVA. El Gobierno ha diseñado un plan de saneamiento del banco que pasaría por la inyección de entre 7.000 y 10.000 millones de ayudas públicas extras y la segregación sus activos inmobiliarios.
Y Rodrigo Rato dijo: "¡Basta!". El presidente ejecutivo de Banco Financiero y de Ahorros (BFA) y de su filial bursátil Bankia se plantó ayer ante las presiones recibidas desde el Ministerio de Economía y anunció que deja su cargo, que será ocupado por José Ignacio Goirigolzarri (ex consejero delegado de BBVA). En un comunicado, asegura que ceder el testigo a un nuevo gestor "es lo más conveniente para esta entidad", pero fuentes próximas al consejo de Bankia apuntan que Rato se marcha muy molesto con el papel desempeñado por el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Las desavenencias entre el ministerio y la dirección de Bankia comenzaron en febrero, cuando el Ejecutivo aprobó un real decreto que obligaba a las entidades a realizar un fuerte y acelerado saneamiento de sus activos inmobiliarios. En el caso de Bankia, debía conseguir 5.070 millones. Aunque la entidad presentó un plan para cumplir en solitario con estos requerimientos -un plan que contó con el visto bueno del Banco de España-, Economía comenzó a pedir esfuerzos adicionales. "La cantidad de exigencias y condiciones que se reclamaban desde el ministerio han provocado la salida de Rato", explican fuentes financieras. El grado de presión subió varios puntos cuando el FMI (un organismo donde Rato fue director gerente) elaboró un informe en el sugería que Bankia necesitaba "tomar medidas rápidas y decisivas para fortalecer su balance y mejorar su gestión y su gobierno corporativo". Desde la entidad se considera que esta referencia velada fue introducida directamente por Economía para que el grupo se plegara a sus deseos.
BFA (producto de la fusión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco pequeñas cajas de ahorros) ha defendido en los últimos meses su capacidad de seguir en solitario, pero cada vez eran más las voces que consideraban imprescindible que buscara alguna solución excepcional: desde una fusión a una inyección de fondos públicos, pasando por la segregación de sus activos financieros.
La salida de Rato facilitará la adopción de estas medidas de urgencia. Luis de Guindos gana así el pulso planteado contra el que fuera su jefe en el ministerio de Economía. También pone de relieve el papel secundario que está jugando el Banco de España en esta nueva fase de la reordenación bancaria.
La opción que finalmente saldrá adelante es la apelación del grupo al dinero público del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), una medida que Rato quería evitar a toda costa. El Ministerio de Economía baraja un plan para la entidad que pasaría por la inyección de entre 7.000 millones y 10.000 millones de euros en forma de bonos contingentes convertibles (un préstamo por el que hay que pagar una remuneración anual del 8%).
Estos fondos se sumarían a los 4.465 millones de euros que recibió el grupo del FROB a finales de 2010, en forma de participaciones preferentes. Tan solo en 2011, BFA tuvo que abonar 346 millones para pagar los intereses de este instrumento. En caso de que tuviera que recurrir de nuevo a ayudas públicas, las cargas financieras podrían superar los 900 millones anuales, una losa enorme para las maltrechas cuentas del grupo.
Unas horas antes de que se hiciera pública la salida de Rato de Bankia, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, abría la puerta a nuevas inyecciones de ayudas públicas para la banca, a pesar de haber negado esta posibilidad en varias ocasiones. Esta medida tan solo se adoptará "en una situación límite".
La segunda pata que Economía prepara para garantizar la supervivencia de Bankia es la segregación de sus activos inmobiliarios a una sociedad independiente. El próximo Consejo de Ministros aprobará la regulación de estas sociedades, según explican fuentes de Economía. Acompañando esta medida, Bankia podría acordar la absorción de BFA, la matriz que acumula los activos tóxicos. "Es una fórmula que se está estudiando", reconocen fuentes cercanas al consejo de Bankia. "No tiene sentido que haya dos fichas bancarias. Las cajas que ahora son accionistas de BFA pasarían a ser directamente accionistas de Bankia. BFA traspasaría sus activos sanos, mientras que los deteriorados quedarían en la sociedad de liquidación".
La dimisión formal de Rodrigo Rato se producirá en el consejo que Bankia va a celebrar este viernes, cuando también se procederá al nombramiento de Goirigolzarri. Desde la entidad se da por hecho que el desembarco del exdirectivo de BBVA supondrá la renovación de otros cargos, como el puesto de consejero delegado de Bankia (Francisco Verdú), así como de otros directivos y miembros de los órganos de gobierno.
Claves de la salida
Volumen récord de adjudicadosEl grupo Banco Financiero y de Ahorros, principal accionista de Bankia, se ha convertido en la mayor inmobiliaria del país, con un volumen de adjudicados por 13.951 millones de euros al cierre de 2011, una cuantía que se elevó en el año el 15,2%. Su cobertura media es del 34,9% y alcanza el 75% en el suelo rústico. El crédito concedido al sector del ladrillo en riesgo de impago son 17.847 millones. En definitiva, activos problemáticos por 32.000 millones.Más deuda con las ayudasEn caso de que Banco Financiero y de Ahorros (BFA, matriz de Bankia) reciba una nueva inyección de dinero público a través de bonos contingentes convertibles suscritos por el FROB, la entidad acumularía una carga financiera difícil de soportar. El grupo pagó 350 millones en 2011 por los intereses de las primeras ayudas percibidas, lo que dejó su beneficio anual en 41 millones. Si la inyección fuera de 7.000 millones, la carga financiera superaría los 900 millones al año.Auditoría pendienteBFA presentó sus cuentas anuales consolidadas del ejercicio 2011 sin la preceptiva nota del auditor. Desde la entidad se achacó este defecto a la dificultad de revisar unos balances producto de la fusión de siete cajas y la posterior segregación y salida a Bolsa de su negocio bancario, pero fuentes financieras apuntan que las exigencias de saneamientos adicionales por parte de Economía han frenado al auditor.
"He afrontado la coyuntura más crítica"
En la carta remitida por Rodrigo Rato para comunicar su renuncia como presidente ejecutivo de Bankia-BFA, el exministro realiza una cerrada defensa de su gestión al frente del grupo.El ex vicepresidente económico del Gobierno de José María Aznar y ex director gerente del FMI explica que tuvo que asumir la presidencia de Caja Madrid (en diciembre de 2010) "en medio de una de las coyunturas más críticas que jamás haya sacudido al sistema financiero español". En este entorno, Rato recuerda que la entidad "lideró con éxito" la mayor operación de integración financiera de España, con la fusión de siete cajas.Rato también hace referencia al proceso de salida a Bolsa del grupo como "la mayor oferta pública de suscripción (OPS) registrada ese año en todo el sistema financiero mundial" y a los diversos programas de ahorros de costes puestos en marcha.También recuerda que, el pasado mes de diciembre, se elaboró el plan estratégico de la entidad para los próximos años "que permitirá al banco consolidarse como uno de los cuatro líderes financieros españoles". Concluye que, pese a las condiciones adversas del mercado y las dificultades añadidas de todo proceso de fusión, Bankia cerró 2011 con un beneficio de 309 millones.
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