Draghi: "No dudo de que la reforma bancaria será rápida y transparente"
El Banco Central Europeo (BCE) sigue el guión previsto y mantiene los tipos de interés en la zona euro en el 1%. En la rueda de prensa posterior, su presidente, Mario Draghi, ha sostenido que la política de austeridad presupuestaria, es la mejor receta para crecer y rebajar las tensiones en los mercados de deuda. Ha señalado además que España debe continuar con los ajustes y las reformas.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha mostrado su plena confianza en que las medidas puestas en marcha por el Gobierno español conseguirán devolver la confianza sobre el conjunto del sistema financiero, cuya solvencia ahora es el centro de las inquietudes de los inversores por la elevada exposición al sector inmobiliario.
Draghi no ha querido valorar la última propuesta del gobierno de Mariano Rajoy para la banca, la creación de un vehículo que, a modo de banco malo, aísle los activos tóxicos del sistema financiero. "Tenemos que verlo, aún no lo hemos analizado". En definitiva, el presidente del BCE ha asegurado no tener "ninguna duda" en que el saneamiento pendiente en la banca española se hará de forma "rápida y transparente", y recibirá el reconocimiento de las instituciones y los mercados
Sobre la posibilidad de que el fondo de rescate europeo pueda servir para recapitalizar a las entidades financieras en dificultades, entre ellas las españolas, Draghi ha afirmado que el fondo permanente, que entrará en vigor en julio de este año, "no pueden suplir la consolidación fiscal o las reformas para volver a la estabilidad". "Tenemos que estar seguros de no repetir las experiencias pasadas", ha zanjado Draghi.
Medidas "no convencionales"
Respecto a la posibilidad de utilizar el programa de compra de deuda periférica, del que el BCE lleva semanas sin hacer uso, Draghi ha contestado a una pregunta que las compras de deuda son un instrumento que está ahí, pero ha reiteradado, como suele hacer, que no es eterno ni infinito.
El presidente del BCE ha pedido además tiempo para que se noten los efectos de las multimillonarias subastas de liquidez y cumplan el objetivo último de restaurar la confianza y la reactivación del crédito bancario. Ha recordado en cualquier caso que gracias a las dos inyecciones de liquidez a la banca en noviembre y febrero, por un billón de euros, se ha evitado "un gran colapso de crédito".
No obstante, Draghi ha dejado caer, sin pregunta de por medio, que en junio el banco central informará sobre las subastas de liquidez sin límite para la banca, sin concretar más.
En su defensa de las actuales reformas estructurales, sin renunciar a la austeridad frente al crecimiento, Draghi ha defendido que es necesario "buscar una senda para el euro, dónde nos vemos en un plazo de diez años. Es por eso que el fiscal compact es tan importante, es el punto de partida".
Enfado de la gente
El presidente del BCE ha asegurado "entender muy bien" el enfado de los ciudadanos de países como España, con elevadas tasas de desempleo y fuertes ajustes del gasto público. "Puedo entender el enfado de la gente, sobre todo de la gente joven desempleada". Y como respuesta a esa queja, Draghi ha sugerido que la única fórmula posible para instituciones y políticos es hacer "nuestro trabajo lo mejor posible" y aplicar políticas "convincentes y adecuadas". Hay que actuar de modo "claro, sincero y directo con los otros y con el resto", ha añadido.
Sin miedo a la inflación
La bestia negra del Banco Central Europeo (BCE) y, en especial, de Merkel y Alemania, la inflación, no parece preocupar demasiado de cara al medio plazo a su presidente, Mario Draghi. "Es probable que la inflación se mantenga por encima del 2% en 2012, se prevé que caiga por debajo de dicho nivel en los primeros meses de 2013" y en ese momento el banco central estará pendiente de las repercusiones de las materias primas y otros factores, pero remarca que, de cara al medio y largo, los riesgos inflacionistas son bajos.
Tal y como se esperaba, los tipos de interés en la zona euro siguen en el 1% después de la reunión que el Consejo de Gobierno del BCE ha celebrado hoy en Barcelona en pleno debate sobre el crecimiento de la zona euro y cuando han surgido voces que piden que el imperativo ajuste del déficit, que se traduce en austeridad y recortes, vaya acompañado de medidas de estímulo económico.
Reunión blindada
El máximo órgano ejecutivo del BCE se reúne dos veces al año fuera de su sede central en Fráncfort y hoy lo ha hecho por primera vez en la ciudad de Barcelona, donde un total de 8.000 agentes están velando por el normal desarrollo del encuentro.
Draghi y los demás responsables de los bancos centrales europeos llegaron ayer a Barcelona, donde anoche asistieron a una cena ofrecida por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en la sede del gobierno autonómico.
Esta noche será el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, quien ofrezca una cena oficial en el Palacio de Pedralbes con el consejo de Gobierno del BCE, con la esperanza de que este organismo apueste por nuevas inyecciones de liquidez para respaldar las reformas emprendidas por el Gobierno de España.