España entra en recesión aunque el PIB cae una décima menos de lo esperado
La economía española se contrajo un 0,3% en el primer trimestre del año, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto supone que España entra oficialmente en recesión, por registrar dos trimestres con caída de PIB, a pesar de que este dato es una décima inferior al estimado por el Banco de España.
No es del todo excepcional que el Banco de España se equivoque en sus predicciones de cómo evoluciona la economía española. En este caso, el organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez calculó la pasada semana que la actividad había caído un 0,4% en el primer trimestre del año; y en términos interanuales, un 0,5%.
Sin embargo, las cifras de la contabilidad nacional que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), que son las tenidas en cuenta de forma oficial, indican que el retroceso del producto interior bruto (PIB) fue del 0,3% entre enero y marzo; y del 0,4% si se compara con el primer trimestre del año anterior. La cifra trimestral está, además, corregida de estacionalidad y de los efectos del calendario.
Esta mejora de una décima respecto a las estimaciones iniciales del Banco de España no evitó que España haya registrado dos trimestres consecutivos de descensos de la actividad. Por este motivo, ahora sí ya de forma oficial desde ayer, España entra en recesión, por segunda vez desde que se inició la crisis a mediados del año 2008. Igualmente, la caída de medio punto en términos anuales ha puesto fin a siete trimestres consecutivos de crecimientos del PIB.
Soria espera que el PIB se contraiga hasta 2013, cuando crecerá tímidamente
No obstante, el dato conocido ayer es solo un avance de los datos completos de Contabilidad Nacional que se harán públicos el próximo 17 de mayo.
De momento, el INE solo explica que el comportamiento de la economía en el primer trimestre "se produce como consecuencia de una aportación más negativa de la demanda nacional, compensada parcialmente por una contribución positiva de la demanda exterior", como viene siendo habitual en el patrón de actividad español.
A falta de conocer las cifras concretas, en esto coincide con las estimaciones del Banco de España, que atribuyó la caída del PIB a un retroceso de nueve décimas de la demanda nacional (frente a una mayor caída del 1,7% en el último trimestre de 2011), en parte compensado por un avance de la demanda externa de seis décimas, nueve menos que a finales del pasado año.
Estos malos datos de evolución del PIB auguran un horizonte a corto plazo muy negro, según puso de manifiesto ayer mismo el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, quien recordó las previsiones del Gobierno que esperan caídas de la actividad a lo largo de todo 2012.
Soria quiso restar gravedad a la situación reconociendo que España ha entrado en su segunda recesión pero al menos "no está en depresión". Además, aseguró que la actividad atraviesa ahora "su peor momento del ciclo económico", pero confió en que en 2013 se produzca un cambio de tendencia, "una inflexión, y España empiece a crecer tímidamente".
También ayer se supo que el déficit por cuenta corriente registró un moderado aumento del 1,2% en los dos primeros meses del año, hasta los 11.611,9 millones. En este periodo el déficit de la balanza comercial se situó en 6.195 millones, un 12,9% menos que el año pasado.