La reforma laboral generará 800.000 empleos en ocho años
El Programa de Estabilidad remitido por el Gobierno a la Comisión Europea sostiene que la reforma laboral aportará 4,5 puntos porcentuales al nivel del producto interior bruto a largo plazo.
Según las cuentas del Gobierno, la reforma laboral aprobada en febrero reducirá el número de desempleados en cerca de 800.000 personas en el horizonte temporal 2012-2020.
El impacto positivo, en todo caso, no se dejará ver en el corto plazo: la encuesta de población activa correspondiente al primer trimestre del año, la primera publicada tras la entrada en vigor de la reforma, dejó un saldo de casi 400.000 nuevos parados.
Tras la reunión del Consejo de Ministros del viernes pasado, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aventuró que el conjunto de las reformas estructurales aprobadas por el Gobierno (que, además de la laboral, incluyen otras en el sector público y financiero) supondrán la creación de dos millones de puestos de trabajo de aquí a 2020, además de un incremento del PIB potencial de un punto anual.
En el lado negativo, el Gobierno calcula que la reforma se traducirá también en una prolongada pérdida de poder adquisitivo. Como mínimo, hasta 2015. La aplicación de la reforma laboral, sostiene el Ejecutivo, llevará a un mínimo crecimiento de la remuneración por trabajador en 2012 (0,2%, la cuarta parte que en 2011) aún en un contexto de notable destrucción de empleo. En 2013 se prevé incluso un retroceso (-0,4%) y los dos años siguientes, de nuevo, avances mínimos (por debajo del 0,3%). El contraste con la evolución de la inflación, que da una idea de la pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores, es notable. El deflactor del consumo en el PIB (que sirve de aproximación al IPC) refleja incrementos siempre cercanos al 2%.