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La hotelera cierra dos acuerdos internacionales para sendos hoteles

Meliá moderniza Magaluf para transformarla en playa de élite

Meliá moderniza Magaluf para transformarla en playa de élite
Meliá moderniza Magaluf para transformarla en playa de élite

Magaluf es un "enclave natural impresionante que se ha echado a perder". Los responsables de Meliá Hotels hablan con cierta tristeza de esta pequeña población del municipio de Calviá (Mallorca), una playa preciosa que "ha tenido la mala suerte de ser de los primeros núcleos que se desarrollaron para el turismo de masas, padeciendo el cortoplacismo de muchos empresarios del turismo, que no han invertido en renovación y han ido perdiendo en calidad y competitividad", asegura el vicepresidente y consejero delegado de la hotelera, Gabriel Escarrer. Llena de "hooligans que vomitan en la playa", "en decadencia social, medioambiental e incluso moral", cuchichean otros responsables, está inmersa en un círculo vicioso que solo atrae turismo del más barato. Había que remodelar Magaluf, "integrarlo en su entorno, reposicionar el destino mejorando el área y la oferta", afirma el consejero, que añade: "El coste de no hacer nada era demasiado grande".

Después de años hablando del tema, el pasado mes de septiembre, el proyecto consiguió la calificación de Interés Autonómico, otorgado por el Govern de Baleares. Magaluf lograba así el espaldarazo definitivo para su renovación. Esta localidad ha tenido la suerte de que Meliá "posee en la zona ocho establecimientos hoteleros, lo que le otorga masa crítica y una clara capacidad de influencia", afirman desde Meliá, entre el resto de los hoteleros. Esto evita que sea necesario llegar a "acuerdos de consenso múltiples" que ralentizan las actuaciones, detallan.

De este modo, la empresa "invertirá en reformar los hoteles y su entorno, modernizando la oferta para elevar la categoría del cliente y el destino, y la Administración facilitará los trámites y la llegada de inversores, ofreciendo seguridad jurídica, apoyo y agilidad en la tramitación de los proyectos y coordinación con otras instancias", cuentan desde Meliá. Desde el inicio del proyecto, la hotelera ha conseguido que otra compañía con presencia en la playa, Hoteles Viva, se una a la remodelación y que "empresarios de la zona realicen mejoras", dicen. Además, ha cerrado dos acuerdos con el centro de surf Wave House y el club Nikki Beach para que participen en dos hoteles.

"No es un momento fácil para que ni las Administraciones ni las empresas privadas financien proyectos millonarios", asume Escarrer. Sin embargo, el empresario confía en que "el impulso privado y el apoyo público" puedan conseguir "que la máquina se mueva y atraiga a otros emprendedores para conseguir la cifra de inversión necesaria para regenerar una zona turística como esta", explica. Desde Meliá no hacen públicos los datos de su inversión.

La iniciativa prevé actuaciones en primera, segunda y tercera línea de playa, explican. La hotelera ya ha llevado a cabo la fase preliminar, que ha supuesto "la reforma de Cala Blanca, Sol Barbados, Sol Antilla, Sol Guadalupe, Sol Trinidad y Magaluf Park".

Meliá se asoció con la entidad Evertaas para sumar activos en la zona de Magaluf. Juntas, han "realizado ya estas reformas en la zona, elevando hoteles de tres a cuatro estrellas, elevando sus estándares, su tarifa media y consiguiendo que el cliente se haya diversificado", cuentan.

Dos de los hoteles pierden su estatus actual. Por un lado, el Hotel Sol Jamaica será derruido y reconstruido para su uso inmobiliario, según consta en el proyecto, si bien está a la espera de la aprobación de su cambio de uso. Además, el Sol Trinidad se transformará, si se aprueba, en un condohotel. "En lugar de tener un propietario, hay múltiples dueños que tienen una o varias habitaciones. Se reservan un cierto tiempo al año para su uso particular y el resto del tiempo se comercializa como parte de un hotel completo", detallan. Esta fórmula ya se acepta en Andalucía o Canarias.

Miami Beach como espejo y modelo de cambio

Meliá presenta al público el proyecto en Magaluf equiparándolo con el desarrollo de Miami Beach, que también tuvo una época de decadencia y mala imagen y que se reconvirtió a partir de la colaboración pública y privada "creando un destino que a la vez funciona como marca", afirman. Para esta reconversión han cerrado acuerdos de gestión con Nikki Beach, grupo con el que ya había "colaborado exitosamente en el ME Cabo (México)", cuenta Gabriel Escarrer, y con Wave House International, una empresa internacional que "permite hacer surf cuando las olas están fuera del alcance, con música, DJs, comida y bebida", definen en su página web. Meliá cuenta que han llegado a un acuerdo con ellos a través del socio en el proyecto Evertaas. "Nos encajó el concepto de apuesta por deporte y turismo saludable", afirma Escarrer.De este modo, en junio se abrirán los hoteles Beach House (antiguo Mallorca Beach), el Sol Wave House (antiguo Royal Beach), el centro de surf Wave House y el nuevo Club de Playa Nikki Beach Mallorca. Esta iniciativa supone la unificación de la concesión de la playa para poder disfrutar de este club desde los dos hoteles.Y todo estará listo para este verano y así ha de ser porque ya se está comercializando por touroperadores y agencias de viajes. "Los plazos tan ajustados imponen un reto muy grande y en al actualidad hay cerca de 400 personas trabajando en estas obras de la primera línea de playa", aseguranPara los próximos ejercicios se han de definir los calendarios del resto de actuaciones, a medida que "se vaya implementando la colaboración pública, concediendo permisos, facilitando licencias y colaborando en la reordenación urbana", enumeran. Una de las actuaciones pendientes que cambiará la zona es convertir una calle abierta al tráfico rodado en un paseo peatonal.

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